La pensión de jubilación es el principal sustento económico para millones de españoles, un ingreso que depende directamente de los años trabajados y del sueldo percibido durante la vida laboral. Pero ¿qué salario se necesita para alcanzar una pensión mensual de 1.800 euros? La cuantía de la pensión de jubilación se determina mediante un cálculo individualizado partiendo de la base reguladora. Esta base se obtiene de las bases de cotización del trabajador a lo largo de un periodo específico, que para 2024 abarca los últimos 25 años previos a la jubilación.
La Seguridad Social aplica una fórmula matemática que comienza con el promedio de las bases de cotización mensuales, ajustadas por inflación salvo en los dos años más recientes. Posteriormente, se aplica un porcentaje en función de los años cotizados. Para recibir el 100% de la base reguladora, es necesario haber cotizado durante 37 años y 9 meses o más. Con menos tiempo trabajado, la pensión será proporcional a los años cotizados, reduciéndose por medio de coeficientes reductores.
Sueldo necesario para una pensión de 1.800 euros
Al considerar el cálculo de la base reguladora y el porcentaje de años cotizados, se puede estimar el salario mensual que un trabajador debe percibir para alcanzar una pensión de jubilación de 1.800 euros al mes.
La base reguladora media debe ser de 1.800 euros o más, lo que implica que las bases de cotización a lo largo de los últimos 25 años deben alcanzar una media de ese monto. Dado que las bases de cotización suelen representar el salario bruto mensual de los trabajadores, el sueldo ideal para alcanzar una pensión de 1.800 euros sería de aproximadamente 2.300 euros brutos al mes, considerando que una parte del salario bruto no se incluye en la base de cotización.
Esto supone que el trabajador haya cotizado durante al menos 37 años y 9 meses para alcanzar el 100% de la base reguladora. En caso de haber cotizado menos, aunque el salario haya sido elevado, la pensión sería proporcional a los años de aportación.
Efectos de la jubilación anticipada y demorada
El momento en el que un trabajador decide jubilarse también afecta a la pensión final. La jubilación anticipada, es decir, antes de alcanzar la edad legal, conlleva coeficientes reductores que disminuyen la pensión en un porcentaje significativo dependiendo del tiempo de adelanto.
Por otro lado, la jubilación demorada permite a quienes prolongan su vida laboral después de la edad legal incrementar su pensión mediante bonificaciones. Estas bonificaciones pueden resultar en un aumento considerable del importe mensual o un pago único extraordinario. Dado que la pensión final depende de factores como el salario bruto, el tiempo de cotización y el momento de jubilación, planificar a lo largo de la vida laboral es crucial. Asegurarse de cotizar lo máximo posible durante años clave y evitar largos periodos sin aportaciones pueden marcar la diferencia.
Contexto actual
En España, el salario medio mensual según el Instituto Nacional de Estadística (INE) es de 1.822 euros brutos. Si bien este salario es cercano al necesario para una pensión de 1.800 euros, muchos trabajadores enfrentan desigualdades salariales y periodos de inactividad que pueden disminuir su base reguladora.
Por ello, es fundamental que los trabajadores conozcan los requisitos y las variables que determinan su pensión, de manera que puedan tomar decisiones informadas sobre su futuro económico. La Seguridad Social ofrece herramientas en línea para calcular la estimación de la pensión, una opción útil para anticiparse y planificar el retiro con mayor claridad.
En definitiva, para garantizar una pensión de 1.800 euros mensuales, es necesario no solo tener un salario promedio adecuado, sino también mantener una trayectoria laboral estable, con aportaciones constantes y decisiones estratégicas sobre el momento de la jubilación.