El impuesto a la nómina sube en 2025: esto es lo que te quitarán de tu sueldo con el MEI para la sostenibilidad de las pensiones

A partir de este 2025, las cotizaciones a la Seguridad Social experimentarán un incremento significativo debido al ajuste progresivo del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), una cotización adicional que se creó en 2023 para fortalecer el sistema de pensiones de la Seguridad Social. Esta reforma tendrá un impacto directo sobre los ingresos de trabajadores, quienes asumirán un coste adicional que se destinará principalmente al Fondo de Reserva de la Seguridad Social. En este artículo te explicamos cómo este aumento afectará las nóminas y cuáles son los principales cambios previstos.

En 2024, el tipo de cotización adicional por el MEI es del 0,7% sobre la base de cotización por contingencias comunes. Sin embargo, a partir de 2025, esta tasa aumentará un 0,1% cada año, situándose en un 0,8%. Este incremento progresivo continuará hasta alcanzar un 1,2% en 2029, tal como establece el Real Decreto 2/2023, que modificó el límite inicial del MEI, que hasta hace poco estaba previsto para finalizar en 2032, extendiendo su aplicación al menos hasta 2050.

La distribución de este porcentaje entre trabajadores y empleados varía según la situación laboral. En el caso de los trabajadores asalariados, el 0,8% que se aplicará en 2025 se divide en un 0,67% a carga de las empresas y un 0,13% asumido por el propio trabajador. Por su parte, los trabajadores autónomos deberán cubrir íntegramente el 0,8%.

Para dimensionar mejor este cambio, es importante señalar que en 2024 el tipo total de cotización por contingencias comunes, incluyendo el 0,7% del MEI, se sitúa en un 29% del salario del trabajador. De este porcentaje, el empleador supone un 24,18% y el trabajador, un 4,82%, lo que implica un crecimiento del 0,10% respecto a 2023. En 2025, con el incremento al 0,8%, el total ascenderá al 29,1%.

Una de las particularidades del MEI es que no genera derechos económicos para pensiones adicionales. Es decir, aunque las cotizaciones aumenten, los trabajadores no recibirán una mayor importación en sus pensiones como resultado directo de este mecanismo.

El principal propósito del MEI es fortalecer el Fondo de Reserva de la Seguridad Social. Este fondo será clave para afrontar el creciente gasto vinculado a las jubilaciones de la generación del baby boom, conformada por personas nacidas entre 1958 y 1978, quienes ya han comenzado a jubilarse desde 2023. Este grupo demográfico supone un desafío financiero para el sistema debido al tamaño elevado de su cohorte ya su impacto en las pensiones durante las próximas décadas.

De cara al futuro, si hacia 2033 se detectase una reducción significativa respecto a las estimaciones previstas en el Informe de Envejecimiento de la Comisión Europea de 2024, los recursos del fondo podrían utilizarse como medida paliativa. Sin embargo, este uso estará limitado a un 0,2% del PIB español anual. Si esto resultara insuficiente, el Gobierno, junto con sindicatos y representantes de los trabajadores, evaluará posibles ajustes en los gastos en pensiones o aumentos adicionales en las cotizaciones.

El MEI no será la única medida que afectará las nóminas en 2025. Entra en vigor la llamada “cuota de solidaridad”, que se aplicará a los trabajadores por cuenta ajena con salarios superiores a la base máxima de cotización. Esta medida establece un porcentaje adicional de cotización, que oscilará entre el 0,92% y el 1,17% en su primer año de vigencia, y que irá aumentando progresivamente hasta situarse en un rango entre el 5,5% y el 7% en 2045. Esta cuota tampoco generará derechos a una pensión mayor.

Además, desde 2024 y hasta 2050, la base máxima de cotización será actualizada anualmente en función del IPC más un 1,2% adicional. Esto implica que el crecimiento de la base máxima será superior al de la pensión máxima, cuyo aumento desde 2025 será del IPC más un 0,115% adicional.

El MEI se aplica en la mayoría de escenarios en los que se cotiza por la jubilación, como es el caso de las personas en situación de desempleo. Sin embargo, hay excepciones. Por ejemplo, no se aplica a quienes han alcanzado la edad de jubilación y permanecen activos laboralmente, ya que no están obligados a cotizar por contingencias de jubilación.

Además, las cotizaciones por el MEI no son elegibles para reducciones ni bonificaciones. Esto incluye como las referidas a contribuciones empresariales a planes de pensiones de empleo, las cuales no podrán aplicarse sobre el porcentaje adicional que corresponde al mecanismo de equidad intergeneracional.

El aumento en las cotizaciones representa un ajuste directo para trabajadores, trabajadores y autónomos que deberán destinar una mayor proporción de sus ingresos al sistema de pensiones. En términos globales, estas medidas buscan equilibrar las necesidades financieras del sistema ante retos como el envejecimiento de la población y el crecimiento del gasto en pensiones en las próximas décadas.

A pesar de la carga adicional que supone el MEI, su implementación se justifica como una herramienta preventiva para garantizar la sostenibilidad económica del sistema público de pensiones, especialmente ante el impacto de la jubilación de una generación demográficamente numerosa que continúa redefiniendo las prioridades económicas de España.