El Ibex 35 se corona como una de las mejores bolsas europeas del año, aunque las perspectivas de crecimiento bajan para 2025

El selectivo español terminará el año con una revalorización superior al 14% y en -casi- lo más alto del podio, solo superado por la bolsa de Frankfurt, el DAX alemán

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Montaje con imágenes de Adobe Stock y Freepik. (INFOBAE)

Los inversores españoles pueden tomarse las uvas tranquilos y satisfechos con el rumbo de sus acciones. Especialmente los de renta variable. El Ibex 35 terminará el año con una revalorización superior al 14% y en -casi- lo más alto del podio, solo superado por la bolsa de Frankfurt, el DAX alemán, cuyos avances están en torno al 16%. Muy de cerca le sigue de cerca la de Bruselas, que firmará un balance anual superior al 13%. Habrá que esperar al cierre de las principales plazas de este martes para conocer los datos exactos. Algunas como la italiana o la alemana no abrirán, y aunque la española sí, lo hará solo durante media sesión.

Al otro lado del Atlántico, Wall Street permanecerá activa hasta el final y cerrará el curso con un balance alcista del 26% en el S&P 500 y del 15% en el Dow Jones, gracias sobre todo a un factor clave: el triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, que catapultó a los principales parqués hasta máximos históricos. La victoria del republicano puso fin a una etapa de incertidumbre y el día después de conocer los resultados el índice bursátil estadounidense subió un 2,6%. ¿Por qué? Pues porque los inversores esperan una normativa más relajada, menos impuestos y un mayor crecimiento económico.

La bolsa francesa, la única de las grandes en terreno negativo

Pero si hay que destacar el comportamiento negativo de un país es Francia. El CAC terminará el año en números rojos, con caídas superiores al 1%, siendo el único índice de los grandes de Europa que cerrará el año con balance negativo. Y eso que el año no empezó mal para los inversores galos y sus títulos, pero a mediados de mayo, mes en el que alcanzó sus máximos, empezó a retroceder. El índice francés ha pasado de ser el más caro del mundo a desplomarse después de que el país se viera inmerso en una crisis política.

Invertir por dividendo en el IBEX puede dar a los pequeños accionistas una rentabilidad del 10%, el triple que las letras.

El presidente Emmanuel Macron anunció a las puertas del verano unas nuevas elecciones tras la victoria arrolladora de Marine Le Pen, de extrema derecha, en los comicios europeos europeas. De la nueva convocatoria electoral salió Michel Barnier como primer ministro, pero su Gobierno -formado por tres complejos bloques de izquierda, centroderecha y extremaderecha- colapsó y fue derrocado en una histórica moción de censura en el parlamento. Esto se traduce en estabilidad, incertidumbre y miedo por parte de los accionistas. Tanto, que terminará el 2024 en terreno negativo tras desplomarse un 10%.

El buen trienio del Ibex: Banco Sabadell y ACS, la clave

La crisis en España derivada de la pandemia de coronavirus ya ha quedado muy lejos. El Ibex 35 ha tenido un buen rendimiento en los últimos tres años. Recordemos que terminó el año anterior con una subida del 23%, su cuarto mejor ejercicio de lo que llevamos de milenio, por detrás de 2006, 2009 y 2003, años que fueron más alcistas. Los buenos números del selectivo español se debieron a que se trata de un índice bancarizado, por lo que se benefició de las subidas inéditas de los tipos de interés del Banco Central Europeo.

Este punto ha sido clave para los avances en este trienio. El sector financiero ha tirado de la bolsa española gracias a los cambios en las políticas monetarias de la zona euro. Y en concreto, dos bancos españoles han conseguido en este periodo multiplicar por dos el precio de sus acciones. Estamos hablando del Banco Sabadell, uno de los protagonistas de este año por el intento de fusión por parte de BBVA y la opa hostil, que le ha beneficiado hasta el punto de superar las expectativas de los analistas: se revaloriza un 215% en los últimos tres años y cierra el 2024 como el índice español más destacado.

FOTO DE ARCHIVO. El banco
FOTO DE ARCHIVO. El banco español Sabadell en Sant Cugat del Vallès, en las afueras de Barcelona, España. 2 de mayo de 2024. REUTERS/Nacho Doce

En el ránking bancario, a la entidad catalana le sigue Caixabank, cuyo valor financiero también ha subido el 100% desde 2022, gracias a la fusión con Bankia a finales de 2021. Uno de los principales atractivos es que ha repartido entre sus accionistas hasta 12.000 millones de euros entre dividendos y recompra de acciones.

Pero entre el Banco Sabadell y Caixabank tenemos que incluir a ACS, la empresa de Florentino Pérez, que su trayectoria bursátil de los últimos tres años ha supuesto una subida de hasta el 130%. La compañía ha apostado por planes relacionados con las nuevas tecnologías y el proceso de descarbonización, segmentos que le han impulsado en el selectivo español.

En el otro lado de la lista, por abajo, se sitúa el sector energético, el que menos se ha beneficiado por la carga fiscal. En el último Consejo de Ministros del año, el Gobierno aprobó el impuesto energético, aunque con una novedad: incluye bonificaciones para las inversiones verdes. “Hemos aprobado un real decreto para que se establezca este gravamen temporal energético durante el año 2025. La principal novedad (...) es que se introduce un incentivo fiscal para que las inversiones estratégicas esenciales para la transición ecológica y la descarbonización sean contempladas”, explicó el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Qué se espera del Ibex 35 en 2025

Y tras años optimistas con cifras de dos dígitos, algunos expertos, como los de Bankinter, estiman que a finales de 2025 la subida del índice español sea más reducido, del 7,5%. Los motivos que explican son, en primer lugar, por un aumento de la prima de riesgo. “A un escenario geopolítico complejo, se unen posibles aranceles por parte de la administración Trump y la debilidad política europea, con elecciones anticipadas en Alemania y Francia”, apuntan.

En segundo lugar, esperan que los beneficios empresariales se esperan que aumenten, pero a un nivel muy moderado: solo del 2,1%, lo que supone una revisión a la baja de -1,0% con respecto a la estimación previa. Finalmente, prevén una reducción de 10 puntos básicos en el bono español a 10 años, hasta 2,70%. “Reducimos de esta forma el diferencial con el Bund hasta 70 puntos básicos los 80 anteriores anteriores”, indican. Y agregan que este movimiento responde a la mejora de niveles de endeudamiento sobre PIB de España.

“Reducimos la estimación de potencial de la bolsa española, por un aumento de la prima de riesgo, por debilidad económica europea y por una moderación de los beneficios empresariales. Aun así, el potencial que ofrece es ligeramente superior al europeo (-3,8%), pero moderado”, concluyen.

FOTO DE ARCHIVO: Una pantalla
FOTO DE ARCHIVO: Una pantalla muestra la negociación del Ibex paralizada en la Bolsa de Madrid el 6 de agosto de 2012 debido a un problema técnico. REUTERS/Susana Vera

Desde BBVA, sus analistas apuntan a un crecimiento del 8,5%, un punto más optimistas que los de Bankinter. En términos generales, esperan que sea un buen año para la renta variable, con un crecimiento del beneficio por acción del 9% para la bolsa de Estados Unidos y del 5% para la europea. “2025 puede ser otro buen año en renta variable, si se cumplen nuestras estimaciones de incremento de beneficios de las compañías”,

Para los expertos de la entidad, en Estados Unidos los resultados podrían ser más positivos por la calidad y crecimiento de sus empresas. Sin embargo, Europa queda más a expensas de la atractiva valoración de las empresas, necesitando de un contexto global de crecimiento sólido y de cierta atenuación de los riesgos actuales, que son los aranceles y los riegos geopolíticos.

“El año 2025 se presenta con incertidumbre, pero cuyo resultado financiero debería ser favorable en términos de inversiones. Las bolsas siguen teniendo potencial de revalorización y la renta fija tiene rentabilidad esperada positiva, por lo que las carteras mixtas, incluidas las conservadoras, podrían obtener rentabilidad positiva en 2025, tanto en términos nominales como reales (descontando la inflación)”, concluyen.

Atención a la inflación y los tipos de interés

En España, la crisis de la inflación provocada por la invasión de Rusia a Ucrania a finales de 2021 se da por finalizada. El año finaliza con una subida del Índice de Precios de Consumo (IPC) de diciembre adelantado por el INE del 2,8%, lo que supone que 2024 cierra inflación media aproximada de esa misma cifra, la más baja desde 2020 (aunque todavía lejos del objetivo del 2% que marcó el Banco Central Europeo.

Los analistas del BBVA prevén una disminución de la inflación en la mayoría de los países, aunque la inflación estructural podría condicionar las políticas de los bancos centrales. “La inflación general en EEUU y la Eurozona se situaría en torno al 2,4% en 2025, con más riesgos de la inflación subyacente en Estados Unidos”, indican.

Por otro lado, esperan bajadas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal (FED) y el BCE, “aunque la FED debería mostrarse más cautelosa en esa bajada”, agregan. La Reserva Federal podría bajar los tipos unos 100 puntos básicos desde el actual 4,75%, manteniendo una política monetaria exigente. Y el BCE, según apuntan, podría dejar tipo de depósito en el 2% desde el 3,25% actual.

Cuando los ingresos no aumentan al mismo ritmo que los precios: los españoles pierden hasta 1.200 euros de poder de compra por la inflación.

Por su parte, Bankinter cree que a finales de 2025 la inflación en la eurozona crecerá en torno al 2,2% y que el BCE seguirá relajando su política monetaria, que considera todavía restrictiva, hacia su tipo de interés neutral.

“El BCE irá tanteando con cautela alcanzar el tipo de interés neutral, que Lagarde delimitó recientemente entre 1,75%/2,50%. Creemos que evitará volver a tipos de interés reales negativos que son lesivos para la banca, “anestesian” las economías que no acaban de adoptar las medidas/reformas que necesitan, pueden depreciar en exceso el euro, importando inflación, y reactivar en exceso el sector de la vivienda, ya tensionado", finalizan.

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