Cuánto pueden cobrar las amas de casa de pensión: diferencias entre la prestación contributiva y no contributiva

A partir del 1 de enero de 2025, aumenta la cuantía que reciben los jubilados en España, algo de lo que se beneficiarán las personas que se dedican a realizar las tareas del hogar

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Las pensiones contributivas subirán un 2,8% en 2025, las mínimas un 6% y no contributivas e IMV, un 9%.

El comienzo del nuevo año suele traer consigo cambios en la cuantía de los subsidios y ayudas que se reciben por parte de la Seguridad Social. De ahí que, en 2025, ocurra lo mismo con las prestaciones contributivas y no contributivas, que subirán un 2,8 y un 9%, respectivamente. Este incremento beneficia, en especial, a colectivos como el de las amas de casa, al tratarse de uno de los grupos sociales que menos ha visto reconocida su labor imprescindible en los hogares de España tras alcanzar la edad de jubilación. De ahí que ahora tenga especial importancia cuánto pueden cobrar de pensión.

A comienzos de 2023, había en España 2.892.200 amas de casa, un dato que se redujo en casi 2 millones respecto a 2002, lo que supone un 40% menos. Por su parte, en ese mismo año se contabilizaron 445.000 amos de casa, frente a los 89.000 que había dos décadas antes, según la Encuesta de Población Activa (EPA).

La última reforma de las pensiones estableció que la cuantía de las prestaciones no contributivas experimentará una subida progresiva superior al IPC durante el periodo comprendido entre 2024 y 2027. De esta forma, desde el 1 de enero de 2025, las personas jubiladas que perciban la cantidad de dinero más bajas, obtendrán unos 350 euros más al año.

Qué pensión pueden pedir las amas de casa a la Seguridad Social

Una mujer jubilada (Getty Images).
Una mujer jubilada (Getty Images).

Si una ama de casa ha trabajado en el hogar y, además, ha desempeñado algún empleo remunerado acumulando al menos 15 años de cotización, podrá acceder a una pensión contributiva. Este cálculo se realiza en función de las bases de cotización durante los últimos 25 años previos a la jubilación y del número total de años cotizados. De los 15 años exigidos, al menos dos deben haberse cotizado en los últimos 15 años antes del cese de la actividad laboral o de la obligación de cotizar.

En el caso de que no se alcance este mínimo de 15 años cotizados, como ocurre con una amplia mayoría de amas de casa, no se generará derecho a una pensión contributiva. Sin embargo, podrán optar a una pensión no contributiva si cumplen ciertos requisitos, entre ellos tener 65 años o más, residir en España y haber vivido en el país durante al menos 10 años, de los cuales dos deben ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la solicitud de la pensión.

También se exige una carencia de ingresos: para 2024, los ingresos personales no deben superar los 7.250,60 euros anuales. En caso de convivir con familiares, se evaluará la suma de los ingresos de todos los miembros de la unidad de convivencia. Si estos superan ciertos límites, no se podrá acceder a la pensión no contributiva. Es importante verificar este criterio, ya que, por ejemplo, los ingresos razonables del cónyuge podrían excluir a la solicitante de este derecho.

Cuál es la cuantía de la prestación contributiva y no contributiva en 2025

Una pensionista contando dinero. (ShutterStock)
Una pensionista contando dinero. (ShutterStock)

Las pensiones contributivas de la Seguridad Social y las pensiones del Régimen Especial de Clases Pasivas del Estado se incrementarán un 2,8% en 2024, de acuerdo con la inflación media registrada entre diciembre de 2023 y noviembre de 2024.

En 2025, la pensión mínima para jubilados mayores de 65 años será de 12.241,60 euros anuales, mientras que quienes tengan cónyuge a cargo recibirán 15.786,40 euros. Para menores de esa edad, los importes serán de 11.452 euros y 15.786,40 euros respectivamente, dependiendo de si cuentan con cónyuge a cargo.

En 2025, las pensiones mínimas aumentarán cerca de un 6%, mientras que las no contributivas y el Ingreso Mínimo Vital se revalorizarán en un 9%. Las pensiones de viudedad con cargas familiares registrarán un incremento del 9,1%. Las pensiones no contributivas de invalidez y jubilación alcanzarán los 7.905,80 euros anuales, y las correspondientes al extinguido Seguro Obligatorio de Vejez e Invalidez (SOVI) subirán un 6%, situándose en 560 euros mensuales para las no concurrentes y en 543,60 euros para las concurrentes.

Por su parte, la asignación no contributiva por hijo o menor con discapacidad reconocida del 65% o más será de 5.805,60 euros anuales en 2025. Para discapacidades superiores al 75%, esta cifra ascenderá a 8.707,20 euros. Las prestaciones de orfandad causadas por violencia de género se ajustarán en línea con el incremento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) que se apruebe para ese año.

Cómo tienen que pedir la pensión las amas de casa

El acceso a una pensión no contributiva es gestionado por las Comunidades Autónomas, que han asumido las competencias del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) para este trámite.

Los interesados pueden presentar la solicitud en las oficinas de los Servicios Sociales de su Comunidad Autónoma, en las delegaciones del Imserso o en cualquier oficina de la Seguridad Social. En estos puntos se proporciona el formulario necesario para realizar la gestión, que también puede enviarse por correo.

Para obtener información detallada sobre direcciones y números de contacto de las Comunidades Autónomas y las Direcciones Territoriales del Imserso, los ciudadanos pueden consultar la sección correspondiente en la página web oficial del Imserso.

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