Carta de baja voluntaria: modelo y cómo hacerla

La empresa deberá pagar la parte proporcional del sueldo no pagado, así como las vacaciones no disfrutadas y las dietas o extras

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Reunión entre empleado y empleador
Reunión entre empleado y empleador en la que no se llega a ningún acuerdo. (Blog-Laboral Garrigues)

El apartado d) del artículo 49 del Estatuto de los Trabajadores recoge que, una de las causas que pueden dar lugar a la extinción del contrato laboral, es la “dimisión del trabajador, debiendo mediar el preaviso que señalen los convenios colectivos o la costumbre del lugar”. Aunque en este supuesto no se mencione explícitamente, hace referencia a la conocida como carta de baja voluntaria.

Se trata de un mecanismo legal por el cual el empleado comunica a su empleador, de forma oral y escrita, su voluntad de rescindir el contrato laboral que los une. Aunque es una herramienta a disposición de los trabajadores, es conveniente explicar cuáles son los datos que deben aportar los interesados y cuál es el proceso de formalización de la baja voluntaria, a fin de que no haya malentendidos entre el empleado y la empresa.

Elementos de una carta de baja voluntaria

Modelo de carta de baja
Modelo de carta de baja voluntaria del sindicato Comisiones Obreras. (Captura de pantalla)

Generalmente, una carta de baja voluntaria se debe redactar de forma que aparezcan los siguientes datos:

  • Nombre del empleado.
  • Documento de identificación (DNI).
  • Fecha de nacimiento.
  • Fecha de redacción de la carta.
  • Fecha de la finalización de la actividad laboral.
  • Lugar y firma del empleado.
  • Motivo de la baja (opcional).

Como se puede observar en el último punto, no es obligatorio incluir el motivo de la baja. Sí es importante, sin embargo, que el departamento de Recursos Humanos disponga de una copia de la carta de baja voluntaria para evitar malentendidos que puedan acabar en procesos judiciales.

Cómo se formaliza: comunicación adecuada

A pesar de que a nadie le agrada meterse en asuntos de papeleo, lo cierto es que la única norma a la que deben atenerse los empleados que redacten su carta de baja voluntaria es la posterior comunicación oral y escrita con su empresa. Esto implicará que, tanto el empleado como el empleador, ambas partes se encuentren informadas de la situación laboral.

La carta deberá ir firmada por el empleado, quien recibirá una copia por parte de la empresa -firmará la carta a su recepción-, como prueba fehaciente de que ambas bandos están informados. Una de las particularidades de la baja voluntaria es que los empleados pueden cambiar de opinión, es decir, tienen derecho a desdecirse después de haber presentado la carta, siempre que se encuentren dentro del periodo de preaviso (normalmente son 15 días naturales).

En el caso de los empleados que se encuentren en periodo de prueba o formación, no es necesario que estos trabajadores formalicen de la misma manera su decisión del cese de trabajo. Bastaría, simplemente, con dejar de acudir a su puesto de trabajo.

Cómo se gestiona dentro de una empresa

Poniéndonos en el lugar de una empresa, para saber gestionar la baja voluntaria de un empleado es necesario conocer cuál o cuáles son los motivos de su marcha y si su salida supondría una pérdida importante en la productividad y ambiente laboral.

Si la empresa está interesada en retener al empleado, quien está buscando mejores condiciones laborales y económicas, la empresa realizará una contraoferta salarial o una mejora en el cargo que ocupa. En cambio, si el motivo de la salida radica en una mayor conciliación, flexibilidad o cambio de jornada, la compañía valorará qué supone la marcha del trabajador y si compensa retenerle y atender a sus peticiones.

El Supremo pone límite a los despidos disciplinarios: no pueden realizarse sin que el trabajador tenga la posibilidad de defenderse.

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