El nuevo Hospital 12 de Octubre adolece de los mismos problemas de siempre. Desde el comienzo de la temporada navideña, los sanitarios han notado el aumento de las consultas, sin que los refuerzos de la plantilla del Plan de Invierno hagan los efectos deseados. El sindicato MATS (Movimiento Asambleario de Trabajadoras y Trabajadores de Sanidad) ha recopilado varios episodios de colapso en las urgencias del hospital en estas dos semanas. El último ocurrió este sábado 28 de diciembre: “Más de 300 personas en urgencias ahora mismo, es imposible trabajar así y atenderos como se debe. Están poniendo en peligro la vida de la gente”, expresaba la formación en redes sociales.
La dinámica se repite día tras día, según cuenta Almudena (nombre ficticio) a Infobae España. “Las urgencias del 12 de Octubre están infradotadas en recursos humanos”, asegura esta enfermera. El Plan de Invierno, anunciado por la Consejería de Sanidad el pasado mes de noviembre, prometía más de 1.800 contrataciones en todo el sistema sanitario madrileño. En la práctica, para los trabajadores de este hospital ha supuesto sumar 1 enfermera y 1 TCAE (Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería) a su plantilla, que “el 90% de las veces” se encargan de suplir las labores de compañeros enfermos. Todo ello con un déficit de 25 médicos de urgencias, que la Comunidad de Madrid espera suplir con facultativos de otras especialidades.
No son los únicos que sienten cómo aumenta la presión asistencial: los efectos del Plan de Invierno tampoco se notan en el resto de hospitales, según ha denunciado el sindicato Amyts. Tampoco en la atención primaria, que ve pasar un año más sin que lleguen los refuerzos anunciados.
Mientras, la incidencia de los virus respiratorios como el covid-19 o la gripe aumentan: la tasa de hospitalización por infección respiratoria aguda grave se sitúa en 16,6 casos por cada 100.000 habitantes, según los últimos datos del Instituto de Salud Carlos III, casi un punto por encima de la semana anterior.
Sin camas en urgencia: “Los pacientes están esperando sentados”
A los casos graves se unen pacientes con patologías menores, como infecciones de orina, que no son capaces de acudir a su médico de cabecera. “Al final estamos viendo muchos pacientes que se podrían atender en atención primaria si funcionase mejor y estuviese dotada de personal”, lamenta Almudena.
No solo crecen los pacientes de prioridad 4 y 5 (menos graves), también lo hacen los de prioridades medias y altas: el sábado, llegaron 100 personas de prioridad 3, con solo 4 enfermeras para poder atenderles; y 72 de prioridad 2, cuando el hospital tiene capacidad para un máximo de 42. “No damos abasto para poder atenderlos”, lamenta Almudena.
Ante la falta de camas, los menos urgentes “están esperando sentados en una sala”, mientras que otros, ingresados de facto, ocupan las camas de urgencias a la espera de que se liberen las de planta. “Amanecemos habitualmente con 25 pacientes en urgencias” a causa de estos retrasos en el alta, dice la enfermera. “Es una situación insostenible para los recursos humanos que tenemos”, añade
“Estamos agotados”
Con unos refuerzos insuficientes para el aumento de la presión asistencial, la única solución para el hospital está en doblar turnos, llegando incluso a pagar como horas extraordinarias ese tiempo de más. Pero los trabajadores no pueden más, expresa Almudena: “Estamos ya agotados, trabajando por encima de nuestras posibilidades”, denuncia.
La situación ha llegado tan al límite este fin de semana que 6 facultativos terminaron por dar parte ante el juzgado de guardia. “Lo que queremos es dar una buena calidad en la atención, pero el sistema no nos deja”, lamenta la enfermera.