Los otros momentos duros de Raphael: de su adicción al alcohol al trasplante de hígado que le dio una segunda vida

Tras varios días de incertidumbre, Raphael fue dado de alta del Hospital 12 de Octubre, donde fue diagnosticado con un linfoma cerebral. Fue el pasado 17 de diciembre cuando el estado de salud del cantante generó una gran preocupación en su entorno. Y es que, durante la grabación de un especial navideño con La Revuelta, sufrió un percance por el que tuvo que ser ingresado de urgencia.

El cuadro clínico que presentaba apuntaba a que había sufrido un ictus. Sin embargo, las pruebas realizadas en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid descartaron que se tratase de un fallo cerebrovascular. Con la idea de dar con la razón que podría haber provocado este percance en la salud del intérprete de Mi gran noche, fue sometido a otros exámenes médicos. Según detallaron los especialistas en un comunicado emitido por el Hospital 12 de Octubre, al que fue trasladado por petición del artista, Raphael presenta dos nódulos en el hemisferio izquierdo del cerebro, lo que explica los síntomas neurológicos que manifestó. En otras palabras, se trata de un cáncer de glóbulos blancos que comienza en el cerebro y cuyas causas se desconocen.

Durante su estancia en el hospital, el artista comenzó un tratamiento específico para tratar esta dolencia. Ahora, tras recibir el alta y encontrarse en la comodidad de su hogar, el cantante continuará la medicación de manera ambulatoria. Sin embargo, este varapalo ha traído al presente los otros complicados momentos en los que ha causado una gran preocupación entre sus seguidores y familiares.

El rostro del jiennense saltó a la fama allá por los años 60 gracias a su participación en el Festival de Benidorm y su representación de España en Eurovisión en los años 1966 y 1967. Aunque no resultó ganador, lo cierto es que aquel trampolín le catapultó a la fama. Sin embargo, hubo un tiempo en el que su éxito profesional se vio eclipsado por su dura batalla contra el alcohol.

El año 1985 marcó un antes y un después en la vida del de Linares. Y es que en dicha fecha su adicción al alcohol desembocó en una hepatitis B que le obligó a alejarse de los escenarios. Una enfermedad que vivió en el seno de su intimidad y de la que nadie tenía constancia, ni siquiera a su esposa, Natalia Figueroa. No fue hasta 30 años después cuando se abrió en canal sobre este duro capítulo en su vida durante una entrevista en el programa Mi casa es la tuya junto a Bertín Osborne.

“Mi enfermedad era muy traicionera y no daba la cara. Yo no he bebido nunca ni he fumado, pero empecé a beber botellitas pequeñas de los hoteles porque me ayudaban a dormir”, desveló entonces. El cantante, que confesó que “vaciaba el minibar hasta que caía”, reconoció que ignoró los primeros síntomas, además de ocultarle su delicado estado a su entorno cercano. “Alargaba los viajes. Decía: ‘no voy esta semana a Madrid’”.

Fue su amiga Rocío Jurado quien descubrió que las cosas no iban bien y le animó a tomar cartas en el asunto. Para entonces, su cirrosis hepática era tal que la única solución que vieron los médicos fue realizarse un trasplante de hígado para poder salvarle la vida. “No quería someterme a un trasplante, pero finalmente tuve que hacerlo porque, si no, iba a morir”, declaró, emocionado, el artista.

El 1 de abril de 2003, Raphael empezó “una segunda vida” tras ser intervenido recibir un nuevo hígado. Desde entonces, el artista no solo logró recuperarse, sino que también se convirtió en un firme defensor del sistema de donación de órganos en España.

Veinte años después del trasplante, Raphael volvió a situarse en el centro de los focos. Y es que en el año 2023, algunos problemas respiratorios le obligaron a cancelar varios conciertos. Entonces, el jiennense explicó que padecía una inflamación de las vías respiratorias superiores causada por un catarro persistente. Afortunadamente, logró superar este percance sin ningún tipo de contratiempos.

Además, durante la pandemia por la COVID-19, el cantante contrajo el virus. Una situación que hizo saltar todas las alarmas debido a las consecuencias que provoca esta enfermedad en las personas de avanzada edad. Sin embargo, logró ganar la batalla contra esta afección sin complicaciones. Ahora, se enfrenta a una nueva lucha que, seguramente, superará sin contratiempos.