Una abogada explica qué tienes que hacer si has dado positivo en un control de alcoholemia y vas a juicio: “Si no te presentas todo puede empeorar”

Con las nuevas medidas que prepara la DGT y el aumento de controles en las carreteras, es vital que los conductores sean conscientes de las implicaciones legales y los riesgos de conducir bajo los efectos del alcohol

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Control de alcoholemia de la
Control de alcoholemia de la Guardia Civil. (Europa Press)

Dar positivo en un control de alcoholemia es una situación grave que puede tener consecuencias legales, económicas y personales. La mejor manera de evitar estos trastornos es, por su puesto, no consumir bebidas alcohólicas si se va a coger el coche, pero, ante encontrarnos en esta desafortunada situación, una abogada especializada en derecho de tráfico ha compartido en redes sociales una serie de pasos clave para afrontarla de manera adecuada.

“Primero, no ignores las notificaciones del juzgado. Acudir al juicio es obligatorio, y si no te presentas, todo puede empeorar”, explica la experta de elAbogado.com. También, a través de un vídeo difundido por TikTok subraya la importancia de buscar ayuda legal de inmediato: “Un abogado experto en tráfico puede revisar si el control fue realizado correctamente, preparar tu defensa para reducir sanciones o pérdida de puntos y evitar que tu caso afecte a tu historial o tu vida laboral. Muchos controles de alcoholemia tienen errores. Esto podría reducir tu sanción o incluso anular tu caso”.

En el caso de enfrentar un juicio por dar positivo en un control, la abogada subraya que un buen asesoramiento puede marcar la diferencia. Por ejemplo, un abogado podría argumentar posibles fallos en el procedimiento del control, como calibraciones incorrectas del etilómetro o irregularidades en la detención, lo que podría llevar a la anulación del caso o una reducción significativa de las sanciones.

Con las nuevas medidas que prepara la Dirección General de Tráfico (DGT) y el aumento de controles en las carreteras, es vital que los conductores sean conscientes de las implicaciones legales y los riesgos de conducir bajo los efectos del alcohol. La colaboración con un abogado especializado no solo puede ayudar a minimizar las consecuencias legales, sino también a aprender de la experiencia y evitar futuras infracciones.

La recomendación llega en un contexto de mayor endurecimiento de las normativas de tráfico. La DGT está ultimando un borrador para modificar el Reglamento de Circulación, que incluye la reducción de los límites de alcohol permitidos. Este cambio afectaría a conductores profesionales y noveles, quienes pasarían de un límite de 0,25 miligramos de alcohol por litro de aire espirado a solo 0,10 mg/l. La medida tiene como objetivo reducir los siniestros viales relacionados con el consumo de alcohol, presente en el 50% de los casos mortales según datos de la DGT.

La primera ola de calor del verano de 2024 arrancó este jueves, con previsión de temperaturas de hasta 40 grados en zonas de Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid, Aragón, Extremadura y Navarra.

Los accidentes de tráfico continúan siendo una preocupación creciente en España. Durante los primeros seis meses de 2024, han fallecido 540 personas en siniestros viales, un 7% más que en el mismo periodo de 2023. Junio cerró con cifras especialmente preocupantes: 96 accidentes mortales en los que murieron 108 personas, un incremento del 5,1% respecto al año anterior.

Factores que influyen en la tasa de alcoholemia

La tasa de alcoholemia depende de varios factores, lo que puede dificultar que los conductores reconozcan sus propios límites. La DGT recalca que la mejor opción es no beber si se va a conducir. El alcohol se absorbe principalmente en el aparato digestivo: un 20-25% en el estómago y el resto en el intestino delgado.

La concentración máxima en sangre se produce entre 30 y 90 minutos después de la ingesta, pero este tiempo puede variar según varios factores, como la presencia de comida en el estómago o el tipo de bebida consumida. Las bebidas destiladas y mezclas con gaseosas se absorben más rápidamente, mientras que los bebedores crónicos metabolizan el alcohol de forma más eficiente que los abstemios.

El hígado metaboliza entre el 90 y el 98% del alcohol ingerido, mientras que el resto se elimina por la orina, el sudor y el aire espirado. Los controles de alcoholemia miden el nivel de alcohol en sangre a través del aire exhalado con un etilómetro, un método considerado fiable. Alternativamente, en casos donde no sea posible soplar o el conductor lo solicite, se puede realizar una extracción de sangre en centros sanitarios.

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