Desde que Raphael -Miguel Rafael Martos Sánchez, de nombre de pila- tuviese que abandonar la grabación del especial de Navidad de La Revuelta tras sufrir un accidente cerebrovascular y después de conocer el informe médico emitido por el Hospital 12 de octubre de Madrid, las muestras de cariño para el cantante octogenario se han sucedido continuamente.
El centro médico donde está siendo tratado informó en la tarde de ayer de que Raphael “presenta un linfoma cerebral primario con dos nódulos cerebrales en el hemisferio izquierdo que justifican los síntomas neurológicos que presentó hace unos días”, un estado de salud que ha obligado al artista jienense a alejarse de los escenarios y a cancelar sus actuaciones en 2025.
Raphael es un cantante distinto a los demás
Al momento de conocer el diagnóstico médico, se ha comenzado a especular sobre el origen del linfoma cerebral que padece, y todo parece indicar que estaría relacionado con el tratamiento inmunosupresor que recibió en 2003 por un trasplante de hígado. No obstante, José Luis Narros, neurocirujano del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, matizó que “a diferencia de otros tumores cerebrales que se tratan con cirugía, el linfoma no es necesario extirparlo porque al ser células de la sangre tienen muy buena respuesta a tratamientos con quimioterapia“.
Es cierto que esta etapa que espera al Divo de Linares será complicada, separado de su hábitat natural -los escenarios-, y más en unas fechas tan marcadas para él como la Navidad, con su versión del villancico ‘El tamborilero’. Pero, si algo caracteriza al artista español es el carácter que muestra en sus conciertos y que utilizará durante el tiempo que reciba el tratamiento médico.
Raphael no es un cantante al uso. Cualquier otro, a sus 81 años, estaría disfrutando de un merecido descanso después de tantas giras y discos sacados. No obstante, la personalidad del andaluz hace que todavía siga teniendo fuerza para aguantar cientos de horas cantando, haciendo disfrutar a sus fans más acérrimos.
Al hilo de lo anterior, en el programa Más Vale Tarde de laSexta, se habló de la diferencia que existe entre el de Jaén y otros músicos. Benjamín Prado, poeta y novelista español, subrayó que “los músicos hablan bien de él, les paga bien, ha luchado por seguros sociales, no es cicatero como otras grandes estrellas que ganan 400.000 euros en un concierto y le pagan 150 euros al músico. Él no es así”, sentenció Prado.
Consumo de alcohol excesivo
La operación de trasplante de hígado a la que se sometió hace más de 20 años se vio motivada debido al excesivo consumo de alcohol que prolongó en el tiempo. Esto que parece un claro síntoma de adicción al alcohol fue descartado por el propio Raphael en una entrevista con la periodista Ana Pastor en el programa El Objetivo de laSexta, donde dijo que “no bebía por el hecho de beber, yo solo quería dormir”.
La estresante vida del cantante, que ya era una estrella en España y Sudamérica, le obligó a tener que recurrir al alcohol para poder conciliar el sueño. "Eso empezó en los aviones y en los hoteles, cuando pusieron minibar. Me bebía una botellita, luego dos y dormía como un lirón, toda la noche. Y al día siguiente podía cantar como los ángeles“, confesó Raphael, quien también admitió que aquello pudo haberle ”costado la vida”.