Fue un suceso trágico. Carole Darmon murió en 2008 a causa de un derrame cerebral, justo una semana después de dar a luz a su cuarto hijo. Desde entonces, su padre ha estado luchando por sacar la verdad sobre los hechos que causaron el sufrimiento de una familia entera.
Ahora, después de 16 años de lucha, Bernard Elhaik y su familia han obtenido un juicio contra el AP-HP de París (Hospital Universitario Pitié Salpêtrière) y un neurólogo, que interpretó una resonancia magnética de mala manera y que, según Elhaik, fue la causa de la muerte de su hija.
Los hechos ocurrieron el viernes 14 de marzo de 2008. Darmon, una mujer de 36 años “perfectamente sana”, se quejaba de un dolor de cabeza insoportable a los siete días de haber dado a luz a su hijo. En el hospital le hicieron varias pruebas, que descartaron una patología, por lo que el neurólogo Tarik S. firmó su alta al día siguiente después de una resonancia magnética que consideró como normal.
A pesar de ello, el médico la volvió a llamar el lunes por la mañana para un examen adicional. Esa misma tarde, Darmon sufrió un derrame cerebral “masivo” que la condenó a un estado vegetativo durante ocho años. Finalmente, falleció el 6 de noviembre de 2016, según cuenta el diario francés Ouest France.
Un error de interpretación
Parecía que todo seguía su curso. El padre aceptó el primer diagnóstico de una enfermedad rara, pero unos meses más tarde, le llegó a sus manos el historial médico de su hija, y en particular, la resonancia de aquel día. Consultó a algunos expertos que coincidían en que había un claro “error de interpretación”, signos “discretos pero indiscutibles de una hemorragia” en el cerebro.
Ahora, la investigación se centra en la desorganización del hospital que, supuestamente, impidió que un radiólogo pudiera dirigir y analizar el examen. Entonces, ¿quién realizó la prueba? Un técnico de radio, quien declaró haberla hecho solo, siguiendo las instrucciones del neurólogo Tarik S., que después la estudió.
Algo no cuadraba para Elhaik. ¿Dónde estaba el radiólogo? El padre se puso a estudiar libros sobre neurología y visitó varias bibliotecas. Más tarde, estaba convencido de haber identificado a un radiólogo que hizo esa resonancia magnética pero sin firmar el informe a tiempo, condenando así a su hija.
Finalmente, el 29 de noviembre de 2024, un juez de instrucción parisino ordenó procesar al hospital AP-HP y a Tarik S. por lesiones involuntarias, pidiendo la incapacidad laboral total de más de tres meses para el neurólogo y la posibilidad de pasar dos años en prisión.
El abogado del neurólogo: “La familia necesita un juicio”
El hospital no quiso comentar nada a los medios franceses, pero recordó que se trata de un “caso que fue inicialmente desestimado”. El abogado de Tarik S., Bernard Grelon, confesó estar “profundamente sorprendido” por este proceso, pero “convencido de poder demostrar la ausencia de infracción” por parte del médico.
En su declaración ante el Tribunal, subrayó “la longitud y complejidad de este procedimiento judicial”, sumándose a esto “las penurias que sufre la familia de Elhaik”, que necesita que se “celebre un juicio”.
Por su parte, el juez señaló en la vista dos faltas graves: por un lado, la marcha del especialista del hospital sin leer el informe realizado por el técnico de radio, el sábado que ocurrieron los hechos, y por otro, el tiempo de espera de varias horas para cuidar a Darmon el lunes, cuando le dio la hemorragia. Además, también señaló la posibilidad de que los médicos no preguntaran a la paciente sobre los medicamentos que estaba tomando.
La tormenta de la familia: “¿Por qué murió mamá?”
Por lo que se refiere a la familia de Elhaik, el abogado Romain Boulet habló sobre un “procedimiento asombroso”. Él recurrió a un detective privado, ya que nunca “había encontrado tanta resistencia por parte de la institución para sacar la verdad a la luz”.
No obstante, únicamente espera que el juicio sirva para responder a la pregunta que ronda la cabeza de los pequeños desde entonces: “¿Por qué murió mamá? Para ellos es sumamente importante que este juicio se lleve a cabo y que las verdades salgan a la luz”, declaró el abogado de la familia.
Para Boulet, simplemente haber conseguido la audiencia penal ya es una “gran victoria”. Pero no es exactamente lo que esperaba. “Este juicio solo será un trampolín para ir más allá y encontrar a los verdaderos culpables”, ha añadido.