Coches circulan en Madrid. (Eduardo Parra / Europa Press)La Dirección General de Tráfico (DGT) ha lanzado una advertencia sobre el conocido como “efeco mirón”, una conducta de los conductores que, movidos por la curiosidad, aminoran la marcha o incluso se detienen al pasar junto a un accidente o incidente en la carretera. Este fenómeno, aunque pueda parecer inofensivo, genera graves problemas en la circulación, incluyendo atascos, retenciones y, en algunos casos, nuevos accidentes.
El efecto mirón ocurre cuando los conductores reducen excesivamente la velocidad para observar un accidente o incidente, ya sea en su mismo sentido de circulación o en el carril contrario. Esta acción, además de provocar retenciones que pueden extenderse por kilómetros, también incrementa el riesgo de colisiones por alcance debido a la desatención y los cambios bruscos de velocidad.
Según la DGT, esta conducta no solo afecta la fluidez del tráfico sino que también puede ser extremadamente peligrosa. Al centrar la atención en el incidente y no en la conducción, los conductores pierden de vista la trayectoria de su vehículo y la distancia de seguridad. Esto puede provocar accidentes que complican aún más la situación.
Los problemas derivados del efecto mirón también incluyen el riesgo de colisiones adicionales, especialmente cuando los vehículos que vienen detrás no pueden reaccionar a tiempo ante una reducción repentina de velocidad. En algunos casos, estas distracciones también dificultan la labor de los servicios de emergencia y los equipos de rescate que ya están trabajando en el lugar.
Una DGT a medio gas porque el 55% de las plazas de sus funcionarios de oficina están vacantes: los trámites de Ibiza los tienen que hacer en Burgos. Para prevenir los peligros asociados a esta conducta, la DGT ha emitido recomendaciones específicas para los conductores. Al pasar junto a un accidente o una retención:
- Mantenga una velocidad moderada: Ajuste la velocidad a las condiciones del tráfico, pero evite reducir la marcha más de lo necesario.
- Evite distraerse: Centre su atención en la carretera y en la conducción, sin dejarse llevar por la curiosidad sobre lo que ocurre.
- Respete las indicaciones: Siga las señales y las instrucciones de los agentes de tráfico o de los equipos de emergencia presentes en la zona.
La DGT también recuerda que, en caso de ser testigo de un incidente, se debe actuar siguiendo el principio PAS: Protegerse, Avisar y Socorrer. Este protocolo establece que, antes de intervenir, es fundamental garantizar la propia seguridad, dar aviso a los servicios de emergencia y, solo si es seguro hacerlo, prestar ayuda a las víctimas.
La curiosidad es una reacción humana natural, pero en el contexto de la conducción, puede tener consecuencias graves. En largos trayectos, es común que los conductores busquen distracciones para aliviar la monotonía, pero es crucial recordar que el volante exige atención plena en todo momento.
El efecto mirón no solo retrasa a otros usuarios de la vía, sino que también pone en peligro a quienes ya trabajan para resolver la situación, como agentes de la Guardia Civil o los equipos médicos. Mantener la fluidez del tráfico y evitar riesgos adicionales es una responsabilidad compartida que comienza con la atención consciente de cada conductor.