En los últimos años, se ha observado un incremento significativo de mascotas en los hogares españoles. Gracias a esto, el 49% de los hogares en el país cuentan con al menos una mascota, entre perros, gatos, pájaros y peces. Además, se ha fomentado el ideal de adopción con la Ley de Bienestar Animal, que prohibió la venta de animales a partir de septiembre de 2024.
Concretamente, la población canina ha sufrido un aumento que ha superado los 9,3 millones de perros en el país, una cifra superior a la cantidad de niños, que apenas se encuentra en los seis millones. Según el INE, se ha detectado una concentración de estos animales en la zona de Asturias, Aragón y Castilla y León. Esto señala la cultura rural y las diferencias de estilo de vida de las diversas regiones.
Sin embargo, el 60% de los 300.000 animales rescatados en el último año han sido perros. Los motivos principales son las camadas no deseadas o la falta de responsabilidad de los propietarios. Por su parte, las organizaciones de protección animal se entregan a las necesidades de estos animales con el fin de rehabilitarlos y dotarles de una segunda oportunidad a través de la adopción. Algo que Kato ha conseguido después de tres años en el Refugio de Animales de Cheltenham, en Inglaterra.
Una adopción predestinada
Kato fue adoptado justo a tiempo para pasar las Navidades con su nueva familia, David y Jackie. El Akita Inu blanco llegó al refugio de Cheltenham en abril de 2021, después de que su dueño falleciera. No obstante, cuando le trasladaron iba acompañado de su mejor amiga: Poppy. Desafortunadamente, su compañera fiel falleció en julio de 2023, por lo que Kato quedó “solo y deprimido”, según una publicación en las redes sociales del refugio (@cheltenhamanimalshelter).
En la actualidad, y tras tres años de grandes esfuerzos por encontrarle un nuevo hogar al akita, David y Jackie llamaron a la casa de canes con un interés especial por él. Al parecer, la pareja perdió el pasado octubre a Shadow, un husky siberiano que les acompañó por años. Para sorpresa de los allí presentes, Kato fue “corriendo para presentarse” en uno de los potretos del refugio, según confesó la directora de recaudación de fondos, Allison Jarvis. Por este motivo, la cuidadora aseguró que “claramente estaba previsto que así fuera”.
La pareja tuvo que concertar algunos encuentros con el can, primero en el refugio y luego en su casa, para comprobar que eran compatibles. Desde el primer encuentro todos sabían cómo acabaría. De esta manera, tras pasar más de 1.300 días en el refugio, los “deseos de Kato se hicieron realidad”. Además, “se puede decir con seguridad que Kato aprobó su nuevo entorno y se apoderó inmediatamente de la silla en la que alguna vez durmió Shadow”, afirmó Jarvis.
Todos están agradecidos con el desenlace de la historia. “Su nueva familia lo adora y está encantada de poder ofrecerle un nuevo y encantador hogar donde pasará la Navidad este año”, explicó su cuidadora. Así, desde el Refugio de Animales de Cheltenham siempre animan a adoptar a los animales o incluso hacer donaciones, para poder hacerse cargo de todas las necesidades de estos pequeños. Y es que, gracias a estas acciones, durante el tiempo que Kato estuvo en la protectora “nos aseguramos de que tuviera todo el amor, la comida, las golosinas, el entrenamiento, el ejercicio, el apoyo conductual y la atención médica que necesitaba para mantenerse feliz y saludable”.