El gato Larry es el residente más longevo del número 10 de Downing Street, la residencia oficial de los primeros ministros británicos. A sus 17 años, y tras haber sido adoptado en 2011, ha conocido las rodillas de nada menos que seis primeros ministros: David Cameron, Theresa May, Boris Johnson, Liz Truss, Rishi Sunak, y el más reciente, Keir Starmer.
La realeza británica acostumbra a preparar grandes ceremonias para honrar a sus miembros tras su defunción. El protocolo oficial se conoce como “El Puente de Londres”: se trata de un plan detallado que establece los pasos a seguir en el Reino Unido en el caso del fallecimiento de un monarca, e incluye procedimientos logísticos, ceremoniales y de comunicación.
El día de muerte de un monarca, cuando se pronuncia la frase “el puente de Londres ha caído”, se denomina en los documentos “Día D”, mientras que las jornadas siguientes se mencionan como “D+1″, “D+2″, y así sucesivamente.
El protocolo también recoge que los miembros del gabinete sean informados con inmediatez, y este proceso se denomina “cascada de llamadas”. El mensaje a transmitir es: “Acabamos de ser informados de la muerte de Su Majestad, la Reina. Se ruega discreción”.
‘Operación Larry Bridgers’, el funeral de Estado del Ratonero Jefe
Larry no es realeza, pero sí que ostenta un cargo importante en la residencia de los primeros ministros ingleses, el de “Chief Mouser” o ratonero jefe. Aparentemente, este “cargo” existe desde el siglo XVI, aunque los registros modernos se remontan solo a la década de 1920. A pesar de que otros gatos han “trabajado” en Downing Street, el primero en recibir el título oficial de cazador de ratones jefe por parte del Gobierno británico fue Larry tras su adopción en 2011. De hecho, es tan oficial que tiene hasta sus propias cuentas en redes sociales.
A sus 17 años es ya un gato anciano, y, debido a su popularidad, el personal de Downing Street ha ideado un plan oficial para su muerte, denominado Operación Larry Bridgers. “Larry es un residente muy popular de Downing Street. Es mucho más popular que cualquier político que haya compartido casa con él“, dijo un empleado del número 10 de Downing Street en las columnas del Daily Mail. “Se merece una despedida respetuosa, el pueblo británico no lo haría de otra manera”.
No es algo exclusivo de las personas que lo conocen, además, sino que parece ser un fenómeno extendido por todo internet, ya que se encuentran mensajes de cariño y apoyo al “ratonero jefe” en redes sociales como X (anteriormente Twitter), en la línea de “¡dale a este gato una estatua de bronce!” o “si alguien merece un funeral de Estado, ese es Larry”.
Aunque se trata de un paripé entrañable, hay voces críticas a quienes no les hace tanta gracia el tema y que preferirían que toda esa atención y esos recursos que se puedan acabar destinando al funeral de Estado de Larry se dedicasen a otras problemáticas, quizás más urgentes, que afectan el país a día de hoy.