Mudarse al extranjero no implica necesariamente perder el derecho a recibir una pensión de la Seguridad Social española, pero existen condiciones específicas que los beneficiarios deben tener en cuenta. El sistema permite que las mensualidades de algunas pensiones, en especial las contributivas, se sigan percibiendo fuera de España, incluso si el traslado es definitivo. Sin embargo, hay excepciones importantes.
En el caso de las pensiones de jubilación, es posible seguir recibiéndolas en el extranjero, pero con algunas particularidades. Tal y como explican desde Campmany Abogados, las modalidades de jubilación parcial, flexible y activa no son compatibles con un cambio de residencia internacional, ya que estas implican la continuidad de una actividad laboral en España. Asimismo, las jubilaciones anticipadas tampoco aplican, dado que su naturaleza está vinculada al retraso de la edad de jubilación definitiva.
Para quienes perciben una jubilación ordinaria y desean mudarse fuera de España, es imprescindible notificar al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) sobre el cambio de residencia. La Seguridad Social se encargará de coordinar los trámites necesarios con el país de destino para garantizar la continuidad de los pagos.
Pensiones de incapacidad: ¿qué cambia al vivir fuera de España?
Poniendo el foco en otro tipo de pensiones, en el caso de las de incapacidad, la situación varía según el tipo de prestación. Las pensiones de incapacidad permanente total, absoluta y de gran invalidez, pueden seguir cobrándose en el extranjero. Sin embargo, si el beneficiario percibe una incapacidad total cualificada, que incrementa la prestación del 55 % al 75 % de la base reguladora por no estar trabajando, este aumento del 20 % se pierde al dejar de residir en España. A pesar de ello, la prestación base del 55 % continúa siendo transferida mensualmente.
Por otro lado, la incapacidad parcial, que consiste en una indemnización única por dificultades significativas para desempeñar un trabajo sin abandonarlo, no se ve afectada por un cambio de residencia en el extranjero. Esto se debe a que, al tratarse de un pago único, no está sujeto a revisiones periódicas ni a condiciones de residencia.
Revisiones médicas en España
Un aspecto relevante para quienes reciben pensiones de incapacidad es la posibilidad de ser convocados a revisiones médicas. Según la normativa vigente, estas citas médicas suelen realizarse en España, salvo excepciones. En caso de residir fuera del país, la Dirección Provincial del INSS correspondiente al lugar de las últimas cotizaciones del beneficiario será la encargada de gestionar estas revisiones.
Por este motivo, es fundamental que los pensionistas informen a la Seguridad Social sobre una dirección postal en España donde puedan recibir notificaciones. Esta dirección puede ser la de un familiar o amigo. Además, se recomienda mantener un seguimiento médico en el país de residencia y conservar informes actualizados sobre la patología o lesión que dio lugar a la pensión, ya que estos documentos pueden ser requeridos en futuras evaluaciones.
Pasos para gestionar el cobro de la pensión en el extranjero
El primer paso para asegurar el cobro de una pensión contributiva fuera de España es comunicar el cambio de residencia al INSS. Esta notificación permite a la Seguridad Social poder realizar las gestiones necesarias con el país de destino, asegurando que los pagos se efectúen correctamente.
Además, es importante que los beneficiarios mantengan actualizada su información de contacto y proporcionen una dirección en España para recibir notificaciones oficiales. Este requisito es especialmente relevante en casos de revisiones médicas o cualquier otra comunicación relacionada con la prestación.