El Gobierno de España planea implementar una reforma significativa en el ámbito sanitario con la aprobación del anteproyecto de Ley de los Medicamentos y Productos Sanitarios, que se espera sea presentado al Consejo de Ministros en las primeras semanas de 2025. Esta normativa busca optimizar el acceso a medicamentos y reducir la saturación en los centros de atención primaria, otorgando nuevas competencias a los farmacéuticos, entre otros cambios relevantes.
El aspecto más destacado desde el Ministerio de Sanidad ha sido el cambio de la financiación de los medicamentos. Según el borrador de la norma difundido por varios medios de comunicación, la nueva normativa ampliará los tramos de renta de tres a seis, lo que permitirá una distribución más equitativa de los costes. Actualmente, los ciudadanos activos no pensionistas no cuentan con límites mensuales en el copago farmacéutico, una situación que cambiará con esta reforma. Según el documento, se establecerán topes mensuales para quienes tengan ingresos inferiores a 35.000 euros anuales. Estos límites serán de 8,23 euros para quienes perciban menos de 9.000 euros al año, 18,52 euros para aquellos con ingresos de hasta 18.000 euros y 61,75 euros para quienes ganen hasta 35.000 euros. Este cambio podría representar un ahorro anual de hasta 150 millones de euros para la población, según estimaciones de EFE.
La normativa también cambiará, de aprobarse, las labores de algunos profesionales de la salud, como los farmacéuticos. Estas modificaciones buscan optimizar los recursos del sistema sanitario y reducir la saturación en los centros de atención primaria.
Cambios en la receta del médico
Además de los cambios en el copago, la normativa también busca fomentar el uso de medicamentos genéricos mediante la modificación del sistema de precios de referencia. Según el medio citado, se implementará la receta por principio activo y se permitirá la sustitución farmacéutica, lo que significa que los farmacéuticos podrán ofrecer alternativas equivalentes a los medicamentos prescritos por los médicos, siempre que cumplan con los mismos estándares de calidad y eficacia.
Por ejemplo, si un médico prescribe un medicamento específico como el paracetamol en comprimidos, el farmacéutico podrá ofrecer una alternativa equivalente en caso de que el producto original no esté disponible o el paciente prefiera otra forma de administración.
Renovación de recetas
De aprobarse el nuevo borrador, los farmacéuticos podrían llevar a cabo una suerte de renovación de recetas cuando el medicamento desaparezca de la tarjeta sanitaria del paciente. En los casos en que un médico establezca un tratamiento para una persona, pero sea necesario renovar la receta cada cierto tiempo para seguir manteniéndolo, el farmacéutico tendrá potestad para hacerlo y así evitarle al paciente una nueva visita al ambulatorio.
“No puede ser que los que hacen un uso relativamente habitual se encuentren de repente con que no lo tienen y tengan que volver a por una receta. El hecho de que ya se haya prescrito en una ocasión inicial facultaría al farmacéutico para poder volver a dispensarlo”, explicó el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla.
Copago en los medicamentos de marca
Asimismo, el nuevo sistema planteado por el Ministerio de Sanidad permitiría acceder a marcas de medicamentos que no están cubiertos como tal por la Seguridad Social, pero haciendo frente solo a la diferencia extra de precio. Por ejemplo, si el ibuprofeno está cubierto con un precio de 2 euros, pero el cliente prefiere una marca específica que supera ese límite, a partir de ahora podría pagar la diferencia del valor y no el medicamento entero.