Cómo conducir con niebla: del alumbrado a la velocidad

Es importante tomar algunas precauciones a la hora de viajar en coche con niebla

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Un tren conduciendo un día
Un tren conduciendo un día de niebla (REUTERS/Anushree Fadnavis)

Seis comunidades autónomas permanecen en alerta amarilla este 25 de diciembre debido a fenómenos costeros y niebla, según informa la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). En el caso de Cataluña, ambas condiciones afectan a su territorio, de acuerdo con los datos publicados en la página web del organismo.

A partir del jueves 26 y hasta el lunes 30, se prevé que la estabilidad atmosférica predomine en la Península y Baleares. Durante estos días, se espera nubosidad baja en las mitades norte y este peninsulares, acompañada de probables precipitaciones débiles. Asimismo, las nieblas, algunas de ellas gélidas, se extenderán en áreas del interior.

A partir del domingo 29, la situación cambiará con la llegada de abundante nubosidad media y alta, y no se descarta la presencia de calima en el extremo sur del territorio. Por su parte, las temperaturas sufrirán pocos cambios o un ligero descenso, con heladas más frecuentes y de mayor intensidad, especialmente en zonas de montaña como los Pirineos, donde podrían alcanzar niveles moderados. Así pues, a la hora de viajar en coche con niebla, hay que tomar algunas precauciones.

Conducir con niebla es peligroso
Conducir con niebla es peligroso porque se reduce considerablemente la visibilidad (Markus Spiske/Pexels)

Qué dice la DGT sobre conducir con niebla

Tal y como establece la Dirección General de Tráfico (DGT) en su página web, la mayoría de los accidentes de tráfico con víctimas mortales relacionados con la niebla tienen su origen en errores humanos. Entre las principales causas están los frenazos imprevistos, detenerse en el arcén sin la señalización adecuada y no mantener una distancia de seguridad suficiente. Este último factor es clave para evitar colisiones y debe ajustarse según la densidad de la niebla y la visibilidad disponible.

La niebla, además, suele estar acompañada de humedad en el asfalto, lo que alarga la distancia de frenado y afecta la estabilidad del vehículo en las curvas. Para hacer frente a estas condiciones, es fundamental mantener el depósito de agua de los limpiaparabrisas lleno y asegurarse de que las escobillas estén en buen estado, ya que se utilizarán con frecuencia.

Otro error común es utilizar las luces largas en un intento de mejorar la visibilidad. Sin embargo, esta práctica resulta contraproducente, ya que la luz rebota en el banco de niebla, provocando deslumbramientos. Es preferible seguir las marcas longitudinales del pavimento para mantenerse centrado en el carril derecho.

Detenerse en el arcén durante una niebla densa es extremadamente peligroso. En caso de avería, la mejor opción es que los ocupantes salgan del vehículo y se ubiquen detrás del guardarraíl, señalizando adecuadamente la detención. Si es posible, se recomienda continuar circulando lentamente hasta un área de servicio o una salida segura.

El uso del piloto antiniebla debe limitarse a casos de visibilidad extremadamente reducida. Es crucial desconectarlo al superar la zona afectada para evitar molestar a otros conductores. Asimismo, la velocidad debe ajustarse a las condiciones de la vía, reduciéndola drásticamente en casos de niebla cerrada. Una velocidad adecuada es aquella que permite al conductor sentirse seguro y reaccionar ante cualquier imprevisto.

Una DGT a medio gas porque el 55% de las plazas de sus funcionarios de oficina están vacantes: los trámites de Ibiza los tienen que hacer en Burgos.

Dispositivos de ayuda para viajar con niebla

Existen varios dispositivos de ayuda que pueden ser esenciales a la hora de viajar con niebla. Los faros antiniebla, tanto delanteros como traseros, son imprescindibles, ya que proyectan una luz más baja y amplia que mejora la visibilidad sin deslumbrar. Los sistemas de navegación GPS con alertas de tráfico y condiciones meteorológicas en tiempo real también resultan útiles para planificar rutas seguras.

Algunos vehículos cuentan con sensores de proximidad y cámaras de visión trasera o 360 grados, que facilitan la detección de obstáculos en condiciones de baja visibilidad. Además, los sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS), como el control de velocidad adaptativo y la alerta de cambio de carril, pueden ser de gran ayuda para mantener el control en carretera.

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