Toby, el perro de siete semanas con una rara enfermedad que pedían sacrificar: un veterinario se negó y lo adoptó

El futuro de Toby, un cachorro de apenas siete semanas, parecía estar marcado por la tragedia. Sufría una dolorosa condición congénita conocida como entropión, que provoca que los párpados inferiores de los ojos se plieguen hacia adentro, causando irritación constante en la córnea. Sin embargo, su historia dio un giro inesperado gracias a la intervención de un veterinario que decidió cambiar su vida para siempre. Según informó el periódico italiano La Stampa, el Dr. Oliver Reeve, conmovido por la energía y la confianza del cachorro a pesar de su sufrimiento, se convirtió en su salvador al decidir tratarle.

El caso de Toby llegó a la clínica veterinaria Onewa Road, donde sus propietarios, incapaces de asumir los costos de las intervenciones necesarias para tratar su condición, se vieron forzaos a entregarlo para sacrificarlo. Sin embargo, el Dr. Reeve, veterinario de esta clínica, no pudo ignorar la vitalidad del cachorro, incluso en medio del dolor. “Era tan amigable y confiado a pesar del malestar”, recordó el Dr. Reeve, que decidió adoptarlo y brindarle otra oportunidad.

El primer paso en el tratamiento de Toby fue una cirugía temporal para corregir la posición de sus párpados. Esta intervención inicial resultó ser un éxito rotundo, hasta el punto de que la segunda operación, que estaba programada como parte del plan de tratamiento, no fue necesaria. Además, el Dr. Reeve destacó la rapidez con la que el cachorro mostró señales de recuperación. Esta operación marcó el inicio de una nueva etapa para Toby, que pasó de ser un cachorro en riesgo de eutanasia a poder gozar de una segunda oportunidad y disfrutar de la vida, además, con una nueva familia.

Ahora, ya curado y en plenas facultades, Toby acompaña cada día al Dr. Reeve a la clínica veterinaria donde trabaja. Allí, se ha convertido en uno más. “Todos le adoran”, tanto pacientes como el resto de trabajadores, sentencia el veterinario.

El entropión, la condición que afectaba a Toby, es una anomalía en la que el borde del párpado, generalmente el inferior, se pliega hacia adentro, haciendo que las pestañas y la piel rocen contra la superficie del ojo. Esto puede causar irritación, enrojecimiento, lagrimeo excesivo, sensibilidad a la luz y una sensación de cuerpo extraño en el ojo, entre otros síntomas. Es significativamente dolorosa y, en la mayoría de casos, el pronóstico es bueno si se trata a tiempo. No obstante, si se deja pasar, puede derivar en complicaciones más graves como úlceras corneales o pérdida de visión. Esta enfermedad puede afectar tanto a animales como a personas, siendo más común en gente de edad avanzada.

El entropión puede ser congénito, es decir, manifestarse desde el nacimiento, o aparecer con el tiempo debido al debilitamiento de los músculos alrededor del ojo. También puede ser causado por cicatrices, inflamaciones o infecciones previas en la zona. El tratamiento puede variar: desde lubricantes oculares para aliviar los síntomas hasta procedimientos quirúrgicos para corregir la posición del párpado en los casos más graves.