La familia real griega ha recibido una feliz noticia que, sin duda, ha sido recibida como el mejor regalo de Navidad. Tras la muerte de Constantino II, hermano de la reina Sofía, sus herederos continuaron con una disputa histórica con el gobierno heleno para poder recuperar la ciudadanía griega, un reclamo que se les ha concedido 50 años después del referéndum por el que se abolió la monarquía en el país y 30 después de que los miembros de la realeza griega se convirtieran en apátridas.
Miembros de la antigua familia real de Grecia han expresado su “profunda emoción” tras la restitución de su ciudadanía griega, un acontecimiento que marca el fin de una disputa de décadas con el gobierno del país. La decisión fue publicada el pasado viernes en el Boletín Oficial del Estado, otorgando la ciudadanía a diez integrantes de la familia, incluidos los cinco hijos del fallecido rey Constantino II —Alexia, Pablo, Nicolás, Teodora y Felipe— así como cinco de sus nietos.
El comunicado de la familia real griega
Grecia abolió la monarquía mediante un referéndum en 1974, y la antigua familia real fue despojada de su ciudadanía dos décadas después, en medio de una disputa sobre el patrimonio real que quedó bajo control del Estado. “Con profunda emoción, después de 30 años, recuperamos la ciudadanía griega. La ley de 1994 nos privó de nuestra ciudadanía, convirtiéndonos en apátridas, con todas las implicaciones en términos de derechos individuales y el gran sufrimiento emocional”, expresa la familia en un comunicado difundido en griego e inglés.
El comunicado también destaca que el rey Constantino y su familia habían respetado plenamente los resultados del referéndum de 1974, que ratificó el fin de la monarquía. Sin embargo, califican de inapropiada la disposición de la ley de ciudadanía de 1994, argumentando que no correspondía a un exjefe de Estado griego ni a una institución que, según ellos, sirvió fielmente al país. “La muerte de nuestro padre marcó el final de una era”, añadieron.
El rey Constantino II, quien falleció el año pasado a los 82 años, permaneció como una figura controvertida en la historia de Grecia. Gobernó entre 1964 y 1973, un periodo de intensas rivalidades políticas, hasta ser derrocado durante la dictadura militar que culminó al año siguiente. A pesar de este contexto, Constantino regresó a Grecia en 2013, ya en un rol apolítico, tras décadas de exilio en Londres.
La familia de Constantino mantiene lazos cercanos con distintas casas reales europeas. Está emparentada con la familia real británica a través del rey Carlos III y la reina Isabel II, de quien el monarca griego era primo segundo, además de ser padrino del príncipe Guillermo. También guarda vínculos con la familia real española, ya que Constantino era hermano de la reina emérita Sofía. Por otro lado, su esposa, Ana María, es princesa danesa de nacimiento.
Para finalizar la prolongada disputa, los hijos de Constantino han tenido que adoptar oficialmente el apellido “de Grece” —“de Grecia” en francés—, además de reconocer el carácter de la democracia parlamentaria presidencial de Grecia, renunciando públicamente a cualquier pretensión de autoridad o títulos reales. Este gesto forma parte de un intento por alinear a la familia con los principios democráticos del país.
Pavlos Marinakis, portavoz del gobierno, declaró el viernes que “después de 50 años desde la restauración de la democracia, tenemos una democracia fuerte, protegida por una Constitución que puede defenderse a sí misma, con leyes que se aplican sin excepciones”. Según Marinakis, esta decisión subraya el respeto por el Estado de derecho en Grecia.
Los hijos de Constantino II que recuperaron la ciudadanía son Alexia (58 años), Pablo (56), Nicolás (54), Teodora (40) y Felipe (37). Asimismo, los cinco hijos de Pablo también se incluyen en esta histórica medida.