A partir del 1 de enero de 2025, las pensiones de viudedad en España experimentarán un incremento del 9%, una medida destinada a garantizar el poder adquisitivo de los beneficiarios en un contexto de inflación persistente. Este aumento se aplica tanto a las pensiones contributivas como a las no contributivas.
Cuantías de las pensiones de viudedad en 2025
Las pensiones de viudedad están divididas en diferentes tramos dependiendo de la situación personal y la base reguladora del beneficiario. A continuación, se detallan las nuevas cuantías, considerando el incremento del 9%:
Pensión mínima de viudedad
La pensión mínima de viudedad se otorga a beneficiarios sin ingresos adicionales o con ingresos bajos. En 2024, la cuantía era de 905,76 euros mensuales para personas mayores de 65 años o con una discapacidad igual o superior al 65%. Con el aumento del 9%, la pensión mínima se situará en 986,28 euros mensuales, lo que supone un incremento anual de 964,44 euros, pasando de 12.680,64 a 13.645,08 euros.
Pensión media de viudedad
La pensión media de viudedad en 2024 se estableció en torno a los 822,88 euros mensuales, según los datos proporcionados por la Seguridad Social. Con la subida del 9%, la cuantía media ascenderá a 896,94 euros mensuales, lo que representa un aumento de 74,06 euros al mes y 888,72 euros al año.
Pensión máxima de viudedad
El límite máximo para las pensiones contributivas de viudedad en 2024 era de 3.059,23 euros mensuales. Aplicando el incremento del 9%, la pensión máxima alcanzará los 3.334,56 euros mensuales, lo que equivale a un aumento anual de 3.299,88 euros, pasando de 42.829,22 a 46.129,10 euros.
Impacto del aumento en los beneficiarios
Este incremento beneficia a más de 2,3 millones de personas en España, mayoritariamente mujeres, quienes constituyen el 92% de los perceptores de esta prestación. La medida busca mitigar el impacto de la inflación y mejorar la calidad de vida de un colectivo especialmente vulnerable, compuesto en gran parte por personas mayores con pocos recursos adicionales.
Además, este ajuste se suma a otras medidas sociales implementadas recientemente, como el aumento de las pensiones no contributivas y la actualización de los límites de ingresos para acceder a complementos mínimos.
Coste para las arcas públicas
El incremento del 9% en las pensiones contributivas y no contributivas representa un esfuerzo significativo para las finanzas públicas. Se estima que esta medida supondrá un coste adicional de más de 15.000 millones de euros en 2025. Según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, este gasto es sostenible gracias al crecimiento de la recaudación por cotizaciones sociales, derivado del aumento del empleo y de los salarios.
El Gobierno ha reafirmado su compromiso con la revalorización de las pensiones en función del índice de precios al consumo (IPC) como parte de la reforma del sistema de pensiones. Este modelo garantiza que los beneficiarios no pierdan poder adquisitivo, aunque también plantea retos importantes en cuanto a la sostenibilidad del sistema a largo plazo.
Con este aumento, las pensiones de viudedad en España continúan siendo un pilar fundamental del Estado de bienestar, protegiendo a uno de los sectores de la población más sensibles a las fluctuaciones económicas.