Los perros policía dedican toda su vida a un duro trabajo en el que se convierten en protagonistas de rescates o búsquedas de desaparecidos. Por ello, cuando llega su jubilación, estos animales se han ganado un merecido descanso. Las familias que se hacen cargo de estas mascotas, que en ocasiones suelen ser los agentes de seguridad que fueron acompañados durante el servicio por estos animales, deben hacer frente a gastos importantes como rehabilitaciones o consultas veterinarias, que suelen ser muy costosas. Por esta razón, asociaciones como The Thin Blue Paw Foundation, que se encuentra en Reino Unido, les brindan apoyo financiero para que estos animales puedan disfrutar de una vida tranquila el resto de sus días.
La organización benéfica británica ha ayudado a más de 200 perros, entre los que se encuentra Jooba, un pastor belga malinois de nueve años que ha tenido una carrera profesional en el ejército y en la policía de Gales y de Yorkshire. El perro policía retirado sufrió en noviembre de 2022 un desgarro en el ligamento cruzado de una de sus patas traseras, para cuya operación fue fundamental el apoyo financiero de la asociación, que se hizo cargo de la totalidad del gasto. Sin embargo, dos años después, en noviembre de 2024, Jooba volvió a cojear, por lo que fue necesario una segunda operación, esta vez de la pata trasera derecha.
Tras la intervención, el animal sufrió una infección, por lo que necesito tratamiento de urgencia: “Ahora está en casa recuperándose con su familia”, explica The Thin Blue Paw Foundation a través de su cuenta de Instagram (@thinbluepaw). Michael Greaves, el antiguo adiestrador de perros policía que se hace cargo de Jooba, ha explica a la BBC lo “increíblemente agradecida” que está su familia por el apoyo brindado por la organización, que está permitiendo que su mascota se recupere poco a poco.
Una vida dedicada al trabajo
Jooba, al igual que otros cientos de animales de servicio retirados a los que ha ayudado la fundación benéfica, ha trabajado durante años al lado de las fuerzas de seguridad del país británico: “Jooba trabajó incansablemente conmigo, deteniendo a sospechosos que huían, buscando propiedades abandonadas, ayudando a localizar personas desaparecidas y participando en los despliegues del equipo de respuesta a armas de fuego”, enumeró Michael Greaves, agradecido por todos los años de servicio de Jooba.
Por esta razón, desde Thin Blue Paw Foundation señalan la importancia de que estos perros, tras haber servido al país, puedan disfrutar de su jubilación con todas sus necesidades cubiertas: “Es justo que ahora, en su retiro, reciba los mejores cuidados para que pueda recuperarse rápidamente y regresar a casa con su adorada familia”.
“Estamos increíblemente agradecidos a la Fundación Thin Blue Paw por cubrir los enormes costos de todo este tratamiento y por permitir que regrese a casa durante las vacaciones”. Jooba, que ha sido descrito por su dueño como “un perro amable y cariñoso que nos trae mucha felicidad”, se ha convertido en parte de la familia Greaves. Tras enfrentarse a dos operaciones en apenas dos años y con vistas todavía a una rehabilitación que poco a poco le permitirá volver a caminar, se demuestra que el apoyo de este tipo de organizaciones resulta fundamental, especialmente para pagar a un tratamiento demasiado costoso que, de otra manera, muchas familias no podrían afrontar.