El rey Carlos III ha roto con una tradición al grabar su mensaje navideño en un escenario inusual y muy significativo. Tras pasar su año más duro debido al cáncer, esta Navidad será la primera en 18 años que el discurso del monarca británico no se grabe en una propiedad oficial de la familia real.
Según ha trascendido, el rey ha grabado su discurso este mismo lunes 23 de diciembre y el lugar escogido por Carlos para dirigirse a la nación es la capilla Fitzrovia, ubicada en el antiguo Hospital Middlesex de Londres.
Según varios medios británicos, el contenido del mensaje estará enfocado en reflexionar sobre los retos nacionales, internacionales y personales, destacando la importancia del apoyo comunitario. Además, una fuente traslada a The Telegraph que el rey busca modernizar este tradicional mensaje, con el objetivo de acercarse a diversas comunidades, incluyendo personas de distintas religiones o sin afiliación religiosa, reforzando su compromiso con las relaciones inter religiosas.
Una elección simbólica
La capilla Fitzrovia tiene un enorme peso histórico y simbólico. Construida en el corazón del antiguo Hospital Middlesex, se diseñó originalmente como un espacio de paz para el personal médico y los pacientes. En 1928, el abuelo de Carlos III, el rey Jorge VI, colocó la primera piedra durante la reconstrucción del hospital. A pesar de que el centro médico cerró en 2005, la capilla ha permanecido abierta al público como un lugar de meditación.
Con un diseño inspirado en la arquitectura bizantina, destaca su techo de mosaicos dorados. Según una fuente cercana al rey, Carlos III quedó “encantado” por la amplitud y belleza del lugar, así como por su rica historia. Es la primera vez que visita este espacio, lo que añade un nuevo significado a la elección de esta emblemática capilla no confesional para su mensaje navideño.
Un mensaje con cambios relevantes
Esta transmisión será producida por Sky y emitida el 25 de diciembre. Una imagen adelantada del discurso muestra al rey frente a un árbol de Navidad decorado con adornos sostenibles. El abeto, donado posteriormente al proyecto “Can You C Me” del Croydon BME Forum y Macmillan Cancer Support, será colocado en el hospicio Royal Trinity en Clapham, el más antiguo del Reino Unido. Este lugar cuenta con el respaldo de la reina Camilla desde 2006, y el propio Carlos ha sido mecenas activo de Macmillan Cancer Support por años, un vínculo que se reforzó tras visitar el Macmillan Cancer Centre en abril durante su primera salida oficial tras conocer su diagnóstico.
El enfoque del rey contrasta con las decisiones de su madre, la reina Isabel II, quien grababa sus discursos en residencias como el Castillo de Windsor, el Palacio de Buckingham o Sandringham, lugares emblemáticos de la familia real.
Un año difícil
La decisión de reflexionar sobre los desafíos personales durante su mensaje de Navidad no es casual, considerando los duros momentos que ha atravesado la familia real este año. Tanto Carlos III como Kate Middleton han enfrentado problemas de salud graves relacionados con el cáncer. Según fuentes del palacio, el tratamiento del monarca progresa de manera positiva, pero continuará el próximo año. Por su parte, Kate, de 42 años, reveló en marzo que estaba recibiendo quimioterapia, y al concluirla en septiembre, ha comenzado a retomar sus compromisos públicos de forma gradual.
De hecho, en el evento navideño ‘Together at Christmas’, celebrado el 6 de diciembre, la princesa de Gales hizo un comentario personal sobre las dificultades del último año, describiéndolo como un período inesperadamente complejo, haciendo alusión a su proceso de recuperación.
A pesar de los desafíos, se espera que la familia real mantenga sus tradiciones más queridas. Aunque ni el príncipe ni la princesa de Gales asistieron al almuerzo previo a la Navidad organizado recientemente por el rey en el Palacio de Buckingham, planean celebrar el 25 de diciembre en Sandringham junto al monarca y sus hijos. La jornada incluirá la tradicional caminata hacia la iglesia de Santa María Magdalena y un banquete antes de que la familia vea el discurso del rey a las tres de la tarde.
Legado navideño renovado
La retransmisión navideña del discurso del monarca británico es una tradición que se remonta a 1932, cuando el rey Jorge V realizó el primer mensaje vía radio. En 1957, la reina Isabel II la llevó a la televisión, y desde 1960, estos discursos se graban con antelación. Más que un simple mensaje de temporada, estas emisiones son una plataforma para reflexionar sobre los eventos del año, el significado de la Navidad y las circunstancias del panorama global.
El discurso de este año no solo estará marcado por el cambio de escenario, sino también por las adversidades personales que tanto el rey como su familia han tenido que atravesar a lo largo de este 2024. Así, se espera que Carlos III haga referencia a sus propios desafíos personales, exponiendo su faceta más íntima y humana frente a millones de espectadores en la Navidad más difícil para los Windsor.