La concepción de vida moderna está ligada a un mundo urbano con todos los pros y contras que conlleva. No obstante, hay algunos que rompen ese estereotipo para buscar su residencia en emplazamientos más aislados de los grandes núcleos. Además, algunos de los que buscan esa soledad tienen también un objetivo medioambiental y reivindicativo. Este es el caso de una pareja francesa que decidió dar el paso de trasladar su residencia fuera de la región más poblada, París, en busca de tranquilidad y un entorno más natural.
De esa forma, la pareja busca una reducción de sus gastos a la vez que un decrecimiento de las emisiones nocivas a la atmósfera. Su decisión fue tomada, según ellos, con el objetivo de ayudar al planeta a limitar los impactos del exceso de combustibles fósiles, causantes de la mayor parte del efecto invernadero y el calentamiento global. Así, la pareja lleva casi 50 años en este aislamiento, en los que no han tenido ni factura de agua ni de luz y se han convertido en autosuficientes, como publica el medio francés Ouest.
Casi 50 años en una vida diferente con sistemas sorprendentes
Para poder mantener ese estilo de vida, ambos han tenido que sacrificar las comodidades de la vida en la ciudad, pero han conseguido establecerse y ser independientes en cierta forma gracias a las diferentes instalaciones que han ido incorporando a su nuevo hogar, situado en Moisdon-la-Rivière (en el Loira Atlántico). Allí decidieron instalar un sistema de calefacción para paliar el frío que emplea leña y sol.
Por otro lado, para los temas relacionados con el agua, poseen un mecanismo de canalones que recogen las lluvias y las filtran para potabilizarlas. En el ámbito eléctrico, básico en cualquier hogar, el matrimonio tiene un mecanismo basado en un aerogenerador y 12 metros cuadrados de paneles solares que bastan para cubrir las necesidades de ambos. Para las duchas calientes, utilizan un calentador de agua solar hecho a mano. Mientras, para el invierno, emplean la combustión de la propia leña que ellos recolectan, ante la falta de otras alternativas.
Una vida que ellos siempre querían
Desde un principio, la pareja tenía ideado en sus planes buscar la construcción de una casa que le permitiese ser autosuficiente para alcanzar un mínimo impacto sobre la naturaleza. “Queríamos esta casa autónoma para nosotros, para establecer la realidad de nuestros sueños”, dicen ambos en el medio francés, describiendo cómo comenzó la idea. Lejos de querer algo único y no compartido, ellos querían conseguir expandir sus conocimientos y modelos de vida. “También lo queríamos para la mayor cantidad de gente posible, no como un modelo a copiar, sino como un impulso para experimentar”, complementaron los protagonistas.
Además, describen también un proceso de vinculación de por vida a esa nueva concepción que adoptaron desde hace décadas y que, si todo sigue igual, no va a cambiar en el futuro. “Es un experimento que involucra nuestras vidas, durante toda nuestra vida”, concluyen, para mostrar su completa disposición con su ideología de vida.