Los españoles tienen claro en qué invertirían el dinero si ganan El Gordo de la Lotería de Navidad: “Sin duda, me compraría una casa”

‘Infobae España’ ha salido a la calle para comprobar cómo afrontan los ciudadanos el tradicional Sorteo Extraordinario que se celebra cada 22 de septiembre y qué harían si les toca alguno de sus premios

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Encuesta lotería

Comprar una casa o un coche, hacer un crucero, recorrer el mundo o, simplemente, tapar algún que otro agujero. Las opciones son muchas. Hace más de seis décadas que buena parte de los hogares de España despiertan el 22 de diciembre con la esperanza y el anhelo de que, ese día, su vida cambie para mejor. Y es que, ¿quién no ha soñado alguna vez con ganar El Gordo del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad? ¿O, al menos, con sumar una cantidad de dinero importante a su banco? Con lo que tampoco parece haber demasiada duda es con la inversión que harían quienes resulten agraciados con un décimo premiado: resolver el problema de la vivienda copa todos los deseos. Así lo ha confirmado Infobae España, que ha salido a las calles de Madrid para comprobar cómo afrontan los ciudadanos una de las tradiciones navideñas más arraigadas en el país.

El Sorteo de Lotería da el pistoletazo de salida a una de las épocas más entrañables del año. Desde 1957, el sonido de los números y premios que cantan los niños de San Ildefonso se cuela en la mayoría de las casas a través de la televisión. Tal es el peso que tiene esta tradición en la historia española, que a quienes aterrizaron hace solo unos años en el país les resulta curioso. Este es el caso, por ejemplo, de Diana, que procede de Perú. A sus 21 años, es la primera vez que compra un décimo, que compartirá con su pareja: “Me sorprende muchísimo, nunca vi tantas colas y colas de gente, pero me sumo de una a esto”.

Colas de una, dos y hasta tres horas en Doña Manolita

Cada día, se forman largas
Cada día, se forman largas colas de gente en la famosa administración de 'Doña Manolita', en Madrid. (Aitor Martín/EFE)

“Solo por la fila que hemos aguantado y por venir desde Aranjuez, nos merecemos que nos toque El Gordo”, bromean Antonio y Margarita (72 y 70 años). La fiebre de la Lotería de Navidad hace que un sinfín de personas estén dispuestas a aguantar hasta tres horas de cola para comprar el décimo en alguna de las administraciones más famosas de España, como Doña Manolita, en Madrid. “Es Navidad y hay que comprar décimos sí o sí, es por tradición”, mantiene Jesús (64 años). Al hilo de esto, Antonio (61 años) reconoce que “estar aquí no nos garantiza que nos vaya a tocar, solo venimos por ilusión”.

De hecho, tanta es la espera que surgen incluso lazos de amistad, como ha ocurrido entre Javier (55 años), Antonio y Jesús. “Las dos horas se nos han hecho como si nada y ya hemos hablado de que, si toca, quedaremos para celebrarlo”, garantizan. Por el contrario, otras ya eran amigas de antes y convierten la compra de Lotería en Doña Manolita en una quedada grupal. Ejemplo de ello son Eneritz, Celia y Marta, que hicieron más de dos horas de cola en esta administración.

Procedentes de País Vasco y Asturias, estas estudiantes universitarias en la Comunidad de Madrid fueron enviadas por sus familias por la tradición que acompaña a este punto de venta de Lotería. “No somos de aquí y nuestras familias nos dijeron que nos acercáramos”, relata Celia. A sus 18 años, es la primera vez que participan en el sorteo más famoso de España. Mientras que una gastará este año cerca de 180 euros, otra tan solo 40.

Este evento destaca por ser el de mayor participación en el país: un 70,5% de los españoles de entre 15 y 70 años compra al menos un décimo, según datos del Anuario del Juego elaborado por el Consejo Empresarial del Juego y la Universidad Carlos III de Madrid. Y todos comparten el mismo deseo del que se creen merecedores. “El 2023 fue terrorífico y, en 2024, falleció mi abuelo, así que pensé que él me iba a dar suerte, por eso he comprado”, asegura Diana.

En la sociedad española está instalada la idea de que, si sucede algo malo, luego vendrá algo bueno, como si fuese un ciclo que se repite. De ahí que haya quienes depositan en un décimo la esperanza de que su situación mejorará. “Me lo merezco por lo buena persona que soy… Mi familia sabe por qué”, reflexiona Javier. “Me lo he ganado por tener dificultades económicas y para ayudar a mi familia a salir del hoyo”, mantiene Desirée. En esto coincide Diana: “Siento que, en algunos momentos, he sido muy buena con los demás y, así como hago buenas acciones, espero que me llegue algo bueno”.

Comprarse una vivienda, el deseo común

‘Infobae España’ sale a la
‘Infobae España’ sale a la calle para comprobar cómo afrontan los ciudadanos el tradicional Sorteo de la Lotería de Navidad.

Ganar unos 100 euros, recuperar el dinero jugado o sumar algunos miles de euros. Eso es, con frecuencia, lo máximo que han conseguido la inmensa mayoría de personas que participan o han participado en algún momento en el Sorteo de la Lotería de Navidad. Esto no es de extrañar, si se tiene en cuenta que la probabilidad de ganar El Gordo es de 1 entre 100.000, es decir, de un 0,001%. Es por ello que algunas personas apuestan por comprar más para tratar de aumentar este porcentaje: “Suelo comprar entre 15 y 20 décimos”, reconoce Javier.

Aunque, para Jesús, “no hay mayor lotería que la salud, el trabajo y la economía”, todos los encuestados tienen claro en qué invertirían el dinero si les tocase El Gordo. “Sin duda, lo primero que haría sería comprarme una casa porque todo está imposible en Madrid”, sostiene Diana. Esta opinión la comparte Desirée, quien, con 28 años, sufre en primera persona el problema de la vivienda que sacude a España: “Lo gastaría en una casa porque es lo más difícil de conseguir”. En esta situación también se encuentra Javier: “Me compraría un piso con mi mujer, porque estamos de alquiler. Pero tengo fe de que me va a tocar”.

Y es que la vivienda es la principal preocupación de los encuestados. Aquellos que ya tienen “la vida solucionada”, tratarían de solucionársela a los que vienen detrás: “Ayudaría a mis hijos y les pagarías las hipotecas”, asevera Margarita. Antonio también emplearía el dinero en “arreglar la casa y en algún viaje, que con los años que tengo todavía no he salido de España”. Asimismo, los más jóvenes no dudan de que, tras pagar la hipoteca de sus padres, gastarían el premio en viajes. “También ayudaría a pagar la Universidad porque estamos aquí gracias a ellos, que nos han dado todo siempre”, cuenta Eneritz.

Aunque lo cierto es que, en caso de ganar una cantidad de dinero importante, son muchos los que preferirían no contarlo y decírselo solo a los más allegados. “Se lo contaría solo a mi familia, no necesito que lo sepa todo el mundo”, sostiene Elena (29 años). No obstante, no todos son tan reacios y otros, como Desirée, sí darían a conocer la buena noticia: “A mí me da igual que lo sepan”. Igual piensa Antonio: “Como tampoco me podría tocar mucho, no sabría lo que haría, pero tampoco me escondería”.

Compartir el décimo con la pareja o familiares, una tendencia que se repite

Décimos del sorteo de la
Décimos del sorteo de la Lotería de Navidad. (EFE/Javier Cebollada)

La mayoría de los encuestados no solo coincide al señalar el destino que daría al dinero en caso de hacerse con algún premio, sino también en algo más: todos comparten la mayoría de sus décimos con familiares. “Solo compro tres o cuatro y todos con la familia y amigos, con gente con la que sé que no voy a tener discusiones porque si no es un tema complicado”, dice Elena.

Para evitar conflictos entre quienes juegan un mismo boleto, es fundamental tomar medidas preventivas. El único documento válido para reclamar un premio es el propio décimo, lo que significa que solo podrá cobrarlo quien lo posea físicamente. “Si se reparten los beneficios, también los impuestos. Mi cuñado y yo ya tenemos estudiado que hay que ir todos al mismo tiempo a Hacienda para que le descuente a cada uno”, explica Javier.

Por ello, los expertos recomiendan dejar constancia por escrito de todos los participantes, incluyendo detalles como el número del billete, el importe aportado por cada persona y quién será el encargado de custodiar el décimo. “Lo más justo es, si te enfadas con alguien, pero se ha pagado a la mitad, se reparte y se deja el enfado aparte, la legalidad es la que es”, mantiene Celia. Para mayor seguridad, es aconsejable realizar una fotocopia y entregarla a cada uno de los participantes.

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