El elevado coste de vida en destinos como Ibiza y Formentera, sumado a la falta de personal permanente, ha llevado a que más del 50 % de la plantilla de la Guardia Civil en estas islas se encuentre de baja médica, según ha denunciado la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC). Este panorama, agravado por el turismo masivo y la sobrecarga laboral, pone en evidencia una problemática que trasciende las medidas puntuales adoptadas por la Dirección General de la Guardia Civil. La situación se complica aún más debido a que las dietas destinadas a manutención y alojamiento no han sido actualizadas en 20 años, obligando a los agentes a cubrir gastos de su propio bolsillo.
De acuerdo con la AUGC, las dietas actuales establecen una cuantía de 28,21 euros para manutención, 48,92 euros para alojamiento y 77,13 euros para una dieta completa. Estas cifras, que aplican a todo el funcionariado, resultan especialmente insuficientes para los guardias civiles y policías, quienes son los principales afectados debido a la naturaleza de sus servicios. La asociación subraya que con poco más de 20 euros diarios es imposible cubrir tres comidas al día, especialmente en localidades con un alto coste de vida.
En el último Pleno del Consejo de la Guardia Civil, la AUGC planteó la necesidad de incrementar estas dietas, no solo para ajustarlas a la realidad económica actual, sino también para equiparar las cuantías percibidas por los agentes, independientemente de su rango o escala. Según la asociación, todos los guardias civiles enfrentan las mismas necesidades cuando deben desplazarse por motivos de servicio, por lo que consideran urgente una homologación en este aspecto.
Aumento de las dietas en zonas como Ibiza y Formentera
La problemática se hace más evidente durante operativos específicos como la Operación Verano, parte del Plan Turismo Seguro, que busca prevenir delitos en localidades turísticas durante la temporada estival. En este contexto, la Dirección General de la Guardia Civil aprobó recientemente un aumento de 180 euros diarios en las dietas de manutención y alojamiento para los agentes comisionados en Ibiza y Formentera. Sin embargo, la AUGC considera que esta medida, aunque positiva, no aborda el problema estructural que afecta a los agentes destinados en estas islas.
La asociación señala que el refuerzo de plantilla en destinos turísticos debe ser permanente y no limitarse a la época estival. La falta de personal estable genera una sobrecarga laboral para los agentes, quienes deben atender tanto a la población local como a los turistas. Este exceso de trabajo, combinado con las condiciones económicas adversas, ha derivado en un alto índice de bajas médicas en unidades como la de Ibiza, donde más de la mitad de los agentes se encuentran en esta situación. Según la AUGC, los mandos actuales no han mostrado interés en abordar las preocupaciones de los trabajadores.
Necesidad de estabilizar las plantillas en destinos con alta demanda turística
Además de la insuficiencia de las dietas, la AUGC denuncia que los agentes llevan dos décadas enfrentando esta problemática sin que se haya implementado una solución definitiva. La asociación insiste en que las medidas adoptadas hasta ahora, como los aumentos puntuales en operativos específicos, no son suficientes para garantizar condiciones dignas para los guardias civiles. La falta de actualización de las dietas desde su publicación inicial obliga a muchos agentes a asumir gastos adicionales, lo que representa una carga económica significativa para ellos y sus familias.
En este contexto, la AUGC reitera la necesidad de una reforma integral que contemple no solo el incremento de las dietas, sino también la estabilización de las plantillas en destinos con alta demanda turística. Según la asociación, estas medidas son esenciales para garantizar la calidad del servicio que los agentes prestan a la ciudadanía, así como para proteger su bienestar físico y mental.
La Dirección General de la Guardia Civil aún no ha anunciado cambios estructurales en las dietas ni en la organización de las plantillas, lo que deja en el aire la resolución de un problema que afecta directamente a la operatividad y al bienestar de los agentes. Mientras tanto, la AUGC continúa exigiendo soluciones concretas y definitivas para una situación que, según ellos, no puede seguir siendo ignorada.