Víctima de los embates del tiempo y del mar, el icónico Fort Boyard, situado entre las islas de Oléron y Aix, enfrenta un deterioro que amenaza su existencia. Esta fortaleza, conocida tanto por su historia como por ser escenario de un famoso programa televisivo, necesita una restauración urgente. Una campaña recién lanzada busca movilizar recursos para salvar este tesoro histórico.
El edificio, construido en el siglo XIX como defensa militar, ha resistido más de dos siglos de inclemencias climáticas y el impacto constante de las olas. Sin embargo, el paso del tiempo y la erosión han dejado su huella, con grietas visibles y un desgaste que compromete su estabilidad estructural. Según las estimaciones, los trabajos necesarios para garantizar su supervivencia ascienden a 36,6 millones de euros (sin impuestos). De esta cantidad, el departamento de Charente Marítimo, propietario del fuerte, ha anunciado que asumirá 21 millones. El resto dependerá de la solidaridad de donantes privados.
El martes, en colaboración con la Fundación del Patrimonio, se ha lanzado una ambiciosa campaña de recaudación de fondos bajo el lema: “¡Salvemos Fort Boyard!”. El objetivo inicial es obtener un millón de euros para financiar la construcción de estructuras protectoras externas que evitarán el avance de los daños. Estas protecciones son esenciales para estabilizar el fuerte y permitir las futuras obras de restauración interna.
“Nos duele el corazón ver este daño permanente, año tras año. Realmente sentimos que las cosas se han acelerado recientemente. Tenemos que actuar”, ha advertido Laurent Fazilleau, director de obra del fuerte desde hace tres décadas. Esta opinión la comparte Delphine Gramaglia, arquitecta responsable del proyecto, quien ha asegurado que las protecciones planificadas garantizarán al menos otros cien años de vida para la estructura.
Obras sin afectar al rodaje televisivo
Aunque el Fort Boyard necesita una intervención considerable, las obras no interferirán con el rodaje del programa de televisión que lleva su nombre y que ha popularizado el monumento en todo el mundo. Antoine Weber, productor ejecutivo del programa, ha afirmado que ya se han coordinado reuniones para ajustar los tiempos de grabación y las intervenciones necesarias en la estructura. Esta colaboración permitirá que el fuerte siga cumpliendo su función como escenario cultural mientras se asegura su preservación.
El proyecto tiene una duración estimada de tres años. Si todo marcha según lo planeado, Fort Boyard podrá reabrir al público en el verano de 2028, listo para recibir a visitantes que podrán disfrutar de su legado histórico y arquitectónico. Mientras tanto, las autoridades y los responsables de la campaña esperan que el llamado a la acción encuentre eco entre el público y los mecenas, garantizando así que este emblema del patrimonio francés continúe desafiando al tiempo y al mar.