La Comunidad de Madrid tiene en el municipio de Colmenar Viejo un centro donde acoge a animales que han sido abandonados o que se han perdido, principalmente perros y gatos. Se llama CIAAM y este 2025 cumple 20 años de existencia. El Gobierno regional que preside Isabel Díaz Ayuso está licitando un nuevo contrato para gestionar sus instalaciones, ya que el que está en vigor vence en marzo del año que viene. Desde 2019 se hace cargo de él la Federación de Asociaciones Protectoras de Animales de la Comunidad de Madrid (FAPAM), que engloba a una quincena de entidades y ONG.
El Ejecutivo de Ayuso ya ha dejado claro a la oposición que no construirá un segundo centro en el sur de la región, sino que solo tiene previsto ampliar el que hay con una nueva nave y aumentar sus fondos un 26%. “El CIAAM de Colmenar Viejo está saturado, ya que da servicio a todos los municipios de menos de 5.000 habitantes, que actualmente son 86. Nosotros pensamos que se debería abrir un segundo centro en el sur de la comunidad y destinar solo el de Colmenar para dar servicio al norte”, señala el diputado Alejandro Sánchez, diputado de Equo dentro del grupo parlamentario Más Madrid.
¿Está saturado el CIAAM de Colmenar? Un portavoz de FAPAM prefiere no entrar en polémicas y se limita a decir que están estudiando los nuevos pliegos del contrato “para ver si cuadran sus cuentas”. En su página web, considera prioritaria la atención al problema de los animales abandonados, ya que el número de estos en España es de los más elevados de la Unión Europea. En el CIAAM de Madrid “rescatamos una media de 900 perros y 500 gatos cada año”, cuando el centro cuenta con 250 plazas. Infobae España ha preguntado a la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior cuántos animales han sido atendidos en este centro en los últimos cinco años. No ha obtenido respuesta.
Con el nuevo contrato, la Comunidad de Madrid sí tiene previsto aumentar un 26% su inversión en el CIAAM. El objetivo es destinar 470.000 euros en 2025 y otros 626.441 euros en 2026, prorrogables otros tres años más. El incremento de la dotación puede hacer pensar que el único centro de Madrid donde se alojan y se atienden a los animales vagabundos o abandonados en las localidades que no cuentan con recursos propios para hacerse cargo de estas mascotas va a tener mucho más trabajo. El Grupo AEI presentó en diciembre de 2023 la primera radiografía del abandono de animales de compañía en la Comunidad de Madrid: 9.235 perros y gatos fueron desatendidos o desamparados por sus dueños entre 2022 y 2023.
Adopción gratuita
El CIAAM, como hemos dicho, tiene capacidad para acoger hasta 250 animales. También dispone de un aula de formación, dos pabellones de oficinas y tres naves de alojamiento (está prevista la construcción de una cuarta), además de zona de exposición de gatos en adopción y varios patios de recreo. Funciona todos los días del año, tanto para la atención de los animales como para la adopción. Porque esa es su principal función: encontrar un hogar a las mascotas que han sido abandonadas. El CIAAM también recoge animales que se han podido extraviar y luego son reclamados por sus propietarios, que deben pagar 10 euros por cada día de estancia que han estado en el centro.
También ingresan en el CIAAM animales procedentes de incautaciones administrativas, lanzamientos judiciales o actuaciones sanitarias relacionadas con la salud pública, como pueden ser las observaciones antirrábicas de animales agresores. Como novedad en el nuevo contrato, la Comunidad quiere que dos directores veterinarios estén trabajando en el centro (cuyas instalaciones son del Ejecutivo) los 365 días del año. La plantilla será de 14 personas. El CIAAM realizó 231 adopciones en 2023, de las que 141 fueron canes y 90 felinos.
La red autonómica madrileña de recursos para atender a animales abandonados la componen 91 espacios: el Centro Integral de Acogida de Animales regional (CIAAM); 67 de carácter municipal, de los que 20 son permanentes y 47 temporales, que se hacen cargo hasta su traslado al CIAAM; y 23 albergues privados, 18 de ellos gestionados por sociedades protectoras. Además, gracias a la identificación por microchip, de la que la región madrileña fue pionera en 1993, el año pasado se devolvieron a sus propietarios 4.973 perros que se encontraban perdidos.