El sábado 21 de diciembre se produce uno de los eventos astronómicos más destacados del año: el solsticio de invierno. Este fenómeno marca el final del otoño y el comienzo oficial del invierno en el hemisferio norte, así como la llegada de la noche más larga del año. Con la bajada de temperaturas este último mes hemos tenido sensaciones térmicas propias del invierno, pero oficialmente entraremos en esta estación cuando ocurra este acontecimiento.
El solsticio de invierno es un momento clave del año que ocurre por la inclinación de la Tierra y su movimiento alrededor del Sol. En este día, el Sol alcanza su punto más bajo en el cielo al mediodía, dibujando un arco muy corto. Esto provoca que tengamos el día más corto y la noche más larga del año en el hemisferio norte.
Según la RAE (Real Academia Española), un solsticio se define como “cada uno de los dos momentos anuales en que el Sol se halla en uno de los dos trópicos, lo cual sucede del 21 al 22 de junio para el de Cáncer, y del 21 al 22 de diciembre para el de Capricornio”. Este evento también tiene un simbolismo cultural e histórico y es celebrado por diversas civilizaciones como un momento de renovación y esperanza.
Cuándo se produce el solsticio de invierno este año
En 2024, el solsticio de invierno tendrá lugar el 21 de diciembre a las 10:21 horas (hora peninsular), aunque se trata de una hora aproximada que ha estimado el Observatorio Astronómico Nacional. Este momento marca el inicio de la estación, que finalizará el 20 de marzo de 2025 con la llegada de la primavera.
La noche que sigue al solsticio de invierno es la más larga del año, un fenómeno que se produce porque el hemisferio norte (en el que está España) recibe la menor cantidad de luz solar diaria. Este día, que también es el más corto del año, tiene una duración aproximada de 9 horas y 17 minutos de luz solar, dejando una noche de alrededor de 14 horas y 43 minutos.
La importancia astronómica y cultural del solsticio
El solsticio de invierno no solo tiene relevancia astronómica, sino también cultural. En diversas tradiciones, este evento simboliza un renacer, ya que a partir de este momento la duración de la luz diurna aumenta gradualmente. Por ejemplo, civilizaciones antiguas como los romanos celebraban el “Sol Invictus”, mientras que en culturas nórdicas y celtas se realizaban festivales para conmemorar el regreso de la luz.
En el ámbito astronómico, el solsticio también refleja la precisión de los movimientos de la Tierra. La combinación de su inclinación y su trayectoria elíptica determina el momento exacto del evento, que varía ligeramente cada año debido a estas complejas interacciones.
El solsticio de invierno también tiene una función práctica en la organización del tiempo y las estaciones. Desde calendarios agrícolas hasta actividades cotidianas, este evento marca un hito importante que influye en la planificación estacional. Además, se utiliza como referencia en la observación del tiempo y la gestión de actividades relacionadas con la luz solar.