El Ministerio de Defensa y al empresa Airbus han sellado este viernes la compra de 25 aviones de combate Eurofighter. La rúbrica del contrato, que asciende a 4.000 millones de euros, ha tenido lugar en la línea final de montaje del caza europeo que la compañía aeroespacial posee en Getafe (Madrid) y ha contado con la presencia de la ministra Margarita Robles, el jefe del Ejército del Aire y del Espacio, general del aire Francisco Braco, y autoridades del consorcio Eurofighter, compuesto por Airbus, la firma italiana Leonardo y la británica BAE Systems.
Los cazas adquiridos, 21 monoplaza y cuatro biplaza, forman parte del denominado proyecto Halcón II, mediante el que la fuerza aérea española planea reemplazar las aeronaves F-18, de origen estadounidense, destinados en las bases de Torrejón de Ardóz (Madrid) y Zaragoza. Se trata de la continuación del programa Halcón, firmado en 2022, por el que el Gobierno ya contrató 20 de estos aviones, por 2.000 millones de euros, con el objetivo de sustituir los F-18 desplegados en Canarias, en concreto en la base aérea de Gando (Las Palmas), los más anticuados de la flota. Meses después, el programa Halcón I se amplió en cerca de 600 millones de euros. Así, Defensa ha invertido 6.600 millones de euros en 45 cazas, algo más de 146 millones por aeronave, en los últimos dos años.
Las unidades de ambos programas serán fabricados en la factoría madrileña de Airbus y comenzarán a ser entregadas en 2026. De acuerdo al cronograma, ese año el Ejército del Aire recibirá tres aviones, mientras que cinco serán entregados en 2027, seis en 2028, cuatro en 2029 y dos en 2030; todos para ser incorporados en la base canaria. Por su parte, las aeronaves encargadas este viernes comenzarán a llegar a partir de 2030, año en el que los F-18 peninsulares llegarán al final de su vida útil.
“Este avión siempre ha sido, y segurá siendo, el gran reto tecnológico de la industria de defensa”, ha asegurado Jean-Brice Dumont, responsable de Air Power en Airbus Defence and Space. Durante su discurso, Dumont también ha pedido “una cooperación más profunda” entre la industria de defensa europea. “Las nuevas circunstancias y la situación geopolítica internacional nos obligan a ello”, ha señalado.
En la actualidad, España posee una flota de 70 Eurofighter repartidos en el Ala 11 de la base aérea de Morón de la Frontera (Sevilla) y el Ala 14 de la base aérea de Los Llanos (Albacete). Las unidades hoy en servicio provienen de distintas fases de la producción del caza, que su fabricante denomina Tranche y en las que se le fue incorporando nuevas capacidades al diseño. Así, el Ejército del Aire posee 17 aviones del Tranche 1, 32 del Tranche 2 y 20 del Tranche 3. La última aeronave fue recibida en 2020.
Por su parte, las 45 unidades del programa Halcón, que elevarán la flota a 115 cazas, corresponden al Tranche 4+, el más moderno y avanzado que ofrece actualmente su fabricante. Las aeronaves presentan una aviónica avanzada, radar de barrido electrónico, sistemas de armas mejorados capaces de operar misiles Brimstone III y Full Meteor, nuevos sensores y conectividad mejorada.
Características del caza europeo
Los cuatro países socios del programa Eurofighter son Alemania, Reino Unido, Italia y España, quienes confiaron en las empresas Airbus, Leonardo y BAE Systems para el desarrollo de este caza de cuarta generación. El diseño del avión se inició a principios de la década de los 80 del siglo pasado y la primera unidad entró en servicio —en Alemania— dos décadas más tarde, en 2003. Aparte de los países miembros del consorcio, Arabia Saudí, Austria y Omán cuentan con una flota de Eurofighter. Próximamente, se sumarán también Kuwait y Catar, que en años recientes han cerrado acuerdos para adquirir la aeronave.
El Eurofighter es un caza polivalente que, según sus fabricantes, ofrece un alto nivel de flexibilidad y eficiencia. Su fuselaje está construido con materiales sigilosos con los últimos sensores, sistemas de control y armas que le otorgan una capacidad de combate óptima, tanto más allá del alcance visual como en el cuerpo a cuerpo. Sólo el 15% de la superficie de la aeronave es metálica, lo que le permite ser más sigiloso y una mayor protección contra sistemas basados en radar. Además, ofrece una maniobrabilidad a velocidades subsónicas para soportar la más amplia gama de escenarios de conflicto.
El avión de combate europeo posee una amplia gama de sensores que le brindan al piloto un conocimiento situacional total. El radar de escaneo electrónico, por ejemplo, posibilita un campo de visión un 50% mayor que otros sistemas de su clase, mientras que el denominado sensor infrarrojo pirata permite la detección y seguimiento simultáneos de múltiples objetivos. Asimismo, el Eurofighter puede transportar una amplia gama de misiles aire-aire y aire-tierra.