Un día puedes viajar en Renfe por 10 euros y al día siguiente no encontrar billete por menos de 100. Quienes son asiduos a viajar en Alta Velocidad son conscientes de la locura que supone encontrar un billete barato que se adapte a su horario, y es que los precios se establecen mediante distintas variables como las horas de circulación, si están muy ocupados, la demanda que hay, la antelación... Y entonces, en 2023, el Gobierno anunció una iniciativa (en periodo preelectoral) que conquistó a los jóvenes: billetes de tren, bus e interrail con hasta un 90% de descuento para personas entre 18 y 30 años.
El objetivo del Ministerio de Transportes que dirige Óscar Puente era promover el uso del transporte público en estas edades, potenciar su aprendizaje y fortalecer el sentimiento europeo. Y al menos el primero de ellos lo consiguió. En el primer año que se instauró esta medida se logró aumentar la ocupación en un 5% en el caso de los viajes de alta velocidad. No obstante, un informe de Esade, elaborado por los economistas Javier Martínez y Ángel Martínez, ha concluido que durante el periodo en el que entró en vigor el conocido como Verano Joven el coste de los billetes más básicos subió hasta un 10%.
Esta investigación se lleva a cabo porque se prevé que esta medida continúe en vigor, lo que motiva la necesidad de evaluar hasta qué punto ha producido los efectos deseados y en qué aspectos podría mejorarse. Es importante estimar si la ayuda se ha convertido en su totalidad en un descuento sobre los precios, “algo que no se puede dar por sentado a la luz de la evidencia académica disponible sobre lo que se conoce como pass-through o pasar parte de la bonificación al precio”, señalan los autores del estudio. Es decir, ¿Renfe se ha acabado apropiando de parte del subsidio público?
La respuesta es compleja, ya que por la naturaleza de los datos no se puede estimar si en efecto se dio un caso de pass-through porque, tal y como afirma Javi Martínez a Infobae España, “no podemos saber cuanto fue la subvención aplicada a cada pasajero ya que había un descuento porcentual pero a la vez un máximo de descuento aplicado”. “Lo que podemos decir con certeza es que los precios de los billetes de Alta Velocidad de Renfe una vez comenzó la política aumentaron un 10% (en el caso de los billetes básicos) comparado con los trenes de mismas características que salían antes del inicio” de esta iniciativa, agrega.
Veamos cómo han llegado a esta conclusión. En primer lugar, los investigadores han usado una base de datos masiva de precios y ocupación diarios que recopila Datamarket de los trenes de AVE y AVLO para las principales rutas de alta velocidad. No obstante, en este estudio solo se han usado los datos de Renfe y no del resto de compañías que circulan en España (Ouigo e Iryo). Aun así, se espera que los resultados de esta investigación sirve para ilustrar el efecto de esta medida en el conjunto de operadores de alta velocidad, aunque los autores piden cautela a la hora al extrapolar resultados.
Sube la ocupación y suben los precios
Lo que ha hecho el estudio es comparar aquellos trenes que salían antes del 15 de junio de 2023 con aquellos que tenían como fecha de salida días posteriores al 15 de junio, que era el día que entraba en vigor la bonificación. Y en un primer análisis ya intuyen que la medida tuvo efecto, como puede verse en los siguientes histogramas en los que se aprecian cambios en la distribución de los últimos precios y ocupación disponibles entre los trenes que salían antes y después del 15 de junio:
Así, en los 40 días previos al inicio del Verano Joven las ocupaciones de los trenes se distribuían en forma de escalera hasta llegar a una tasa de ocupación de entre el 80% y el 90%, donde se concentraban gran parte de los trenes. Pero una vez que entra en vigor esta iniciativa, las tasas de ocupación suben considerablemente y se observan mayores cantidades de trenes con una ocupación de entre 60% y el 80% y acumulando gran parte de los convoyes con tasas de ocupación superiores al 90% en el momento previo a la salida de este.
“Los resultados de las regresiones indican que la tasa de ocupación de asientos de tipo básico fue casi un 4,9% superior en los trenes tratados por la política en comparación con los trenes de control, un resultado estadísticamente significativo y robusto. En la misma época de 2022 (cuando no había descuento) se observó un incremento del 1,2%. Con ello, el efecto total atribuible a la bonificación podría quedarse en alrededor del 3,7%“, indican los autores.
Y en cuanto a los precios, en el siguiente gráfico se ve cómo se han distribuido los de los últimos billetes básicos disponibles para la compra 40 días antes y después del inicio del Verano Joven, en color verde y rojo respectivamente. “Como se puede observar, los precios de los billetes básicos antes del inicio de la política tienen mayor concentración entre los 40 y 50 euros”, mientras que los precios tras el inicio de la política (que, recordemos, coincide con la temporada estival), suben.
Los precios de los trenes tratados aumentaron entre un 5,6% (billetes premium) y un 10% (billetes básicos), como hemos comentado anteriormente. Este aumento de precios se concentró además en los billetes básicos de trenes que salían en horario de tarde (después de las 12:00 horas), un efecto que no se observa en 2022.
La información detallada sobre el precio y la disponibilidad de asientos diaria está recogida para las principales rutas de Alta Velocidad en España: Albacete-Madrid, Alicante-Madrid, Barcelona-Madrid, Barcelona-Valencia, Barcelona-Zaragoza, Córdoba-Madrid, Cuenca-Madrid, León-Madrid, Málaga-Córdoba, Málaga-Madrid, Sevilla-Córdoba, Sevilla-Madrid, Tarragona-Madrid, Valladolid-Madrid y todas las vueltas de esos destinos.
Propuesta para minimizar el impacto en los precios
Si el objetivo de esta medida es facilitar el acceso a la alta velocidad de los jóvenes, los autores del estudio hacen una propuesta para minimizar el impacto en los precios y sugieren una reforma en el diseño de la ayuda: convertir la bonificación en un valor fijo de X euros en lugar de un porcentaje sobre el total del billete. “Este valor podría cambiar entre rutas para reflejar las diferencias de precios, manteniendo igual el gasto público destinado a esta política”, apuntan. Y concluyen que vale la pena anotar que “una mayor competencia en las rutas podría suponer un mayor traspaso de cualquier bonificación al consumidor final, también a los jóvenes”.