Cristina Lasvignes, reconocida periodista y presentadora madrileña, fue durante muchos años una de las voces más queridas en los medios de comunicación españoles. Con una trayectoria que abarcó desde la radio hasta la televisión, Lasvignes conquistó a los oyentes de la Cadena SER con su calidez y cercanía. Sin embargo, cambiando el rumbo de su carrera profesional, decidió dejar atrás los micrófonos y cámaras para emprender un nuevo camino empresarial. Hoy, junto a su marido, gestiona algunas de las terrazas y azoteas más exclusivas de Madrid, consolidándose como una empresaria de éxito en el sector.
Nacida en Madrid y formada en periodismo en la Universidad Complutense, Cristina comenzó su carrera en los medios con tan solo 19 años. Tras pasar por varias redacciones y programas locales de la Cadena SER, su gran oportunidad llegó en 2006, cuando se hizo cargo de la dirección y presentación de Hablar por hablar, el emblemático programa nocturno de la emisora. Su voz se convirtió en una presencia familiar para muchos, quienes esperaban sintonizaban cada noche su programa para escuchar las historias personales de quienes se atrevían a llamar a la radio.
El éxito en la radio la llevó a dar el salto a la televisión, donde en 2008 comenzó a presentar el programa Tal cual lo contamos en Antena 3. Aunque el formato no logró el éxito esperado y fue cancelado tras dos años, la experiencia en el mundo televisivo sumó a su extenso currículum, que continuó con su participación en otros proyectos como Las mañanas de KISS y Esto es vida en Televisión Española.
Sin embargo, el giro definitivo en su carrera ocurrió cuando, tras un periodo de reflexión personal y familiar, Cristina decidió frenar su actividad en los medios para emprender, junto a su marido, José Manuel García, un proyecto en el sector de la restauración. Este cambio de rumbo le hizo cambiar su pasión por la comunicación con una nueva faceta empresarial. La pareja comenzó a gestionar terrazas y azoteas en Madrid, negocios que rápidamente se han convertido en espacios para tener una experiencia gastronómica exclusiva con vistas impresionantes.
Uno de los primeros establecimientos que gestionó Cristina fue la azotea del Círculo de Bellas Artes, un proyecto que les costó convencer a los responsables del centro cultural, pero que, una vez inaugurado, se consolidó como uno de los destinos más deseados en la capital. Desde entonces, no han parado de expandir su negocio. Nuevas terrazas como Nubel en el Museo Reina Sofía, Azotea Forus Barceló y Picalargartos en el centro de Madrid, se sumaron a su lista de proyectos. Incluso han extendido su negocio a otras ciudades, como Sevilla y Chiclana, con la apertura de Cuartel del Mar, un éxito en la playa de La Barrosa.
La clave de su éxito en el mundo de la restauración radica en su visión innovadora. Cristina ha sabido crear espacios únicos donde la gente no solo acude a comer o beber, sino a disfrutar de una experiencia completa, rodeada de un ambiente exclusivo y de calidad. Las terrazas que gestionan ofrecen no solo una oferta gastronómica de alto nivel, sino también un concepto de lujo accesible, donde los clientes pueden disfrutar de vistas panorámicas y un ambiente sofisticado en lugares que antes no eran considerados como puntos de encuentro gastronómicos.
Pero su faceta empresarial no termina ahí. Desde 2017, Cristina Lasvignes es socia fundadora y principal accionista de la productora de documentales Filmus, y también forma parte de Crislama Producciones, una empresa audiovisual involucrada en populares series de televisión como Hospital Valle Norte y La otra mirada. Esta participación en el mundo audiovisual le ha permitido mantenerse vinculada a su pasión por la comunicación.
Con un perfil cada vez más consolidado en el ámbito empresarial, Cristina Lasvignes ha demostrado que la reinvención es posible. Su carrera en los medios la posicionó como una figura pública admirada, pero su capacidad para adaptarse y aprovechar nuevas oportunidades la ha llevado a convertirse en una empresaria de referencia en Madrid. Hoy, su nombre está asociado a algunas de las azoteas más exclusivas de la capital, un logro que refleja su talento para transformar ideas en proyectos de éxito.