Cuando llega diciembre, muchas empresas organizan fiestas navideñas llenas de luces, brindis y eventos sociales. Pero, ¿qué pasa cuando una compañía decide dar un giro diferente y en lugar de una fiesta opta por entregar dinero a sus empleados? Esto es exactamente lo que hizo una pequeña empresa francesa: repartió entre sus trabajadores lo que les hubiera costado celebrar la cena de empresa.
Para muchas compañías, las celebraciones de fin de año incluyen árboles decorados, eventos temáticos y actividades en equipo. Por ejemplo, un importante banco francés invirtió el pasado año alrededor de 30.000 euros en un evento de Navidad para sus empleados y familias. El comité organizador contrató a una empresa especializada para ofrecer actividades como castillos inflables, maquillaje infantil y un fotomatón, entre otros. Los trabajadores pagaron una pequeña cuota simbólica de 10 euros para entrar al evento, mientras que el resto del presupuesto fue cubierto por la empresa.
Otras compañías eligen opciones más modestas pero igualmente efectivas para fomentar la cohesión entre sus equipos. Por ejemplo, una empresa con 21 empleados decidió realizar un juego de escape como actividad navideña. Este evento, que tuvo un coste total de unos 500 euros, les permitió pasar tiempo juntos resolviendo acertijos en lugar de organizar una gran cena costosa y aburrida.
Casi 2.000 euros por empleado
Sin embargo, una pequeña empresa especializada en la fabricación de ventanas en Francia, conocida como La Fenêtrière, decidió hacer algo completamente distinto este año. En lugar de organizar una fiesta de Navidad, su comité de empresa optó por destinar los fondos que irían a la cena de Navidad a una bonificación económica para todos los empleados. En un comunicado, la directora Catherine Guerniou anunció la noticia: “Este año, cada uno de ustedes recibirá una bonificación de 1.880 euros”.
Esta medida ha sido posible gracias al ahorro generado por no realizar la tradicional cena de Navidad que llevaban haciendo durante años, y la decisión fue bien recibida por el equipo. “Los eventos de Navidad son bonitos, y no critico a quienes los hacen, pero para mí una bonificación como esta marca una verdadera diferencia”, comentó un trabajador de la compañía, muy feliz por recibir esa cantidad de dinero. Este gesto representó un alivio significativo para los empleados en estas fechas en las que se gasta tanto dinero en regalos y salidas.
Los trabajadores expresaron su gratitud por esta decisión, destacando el impacto positivo que tendrá en sus cuentas durante las fiestas. “Con este dinero, podré hacer más regalos y disfrutar de la Navidad en familia”, señaló uno de ellos. Otro añadió: “No todo el mundo tiene esta suerte”.
La bonificación, calculada en función del volumen de negocio de la empresa, no solo es un reconocimiento al esfuerzo de los empleados, sino también un incentivo para mantener altos niveles de productividad en el futuro. “Es una motivación para seguir dando lo mejor de nosotros el próximo año”, comentó uno de los empleados.
Un modelo a seguir para otros negocios
La decisión de La Fenêtrière plantea una reflexión interesante sobre las prioridades en las celebraciones corporativas. Aunque las fiestas navideñas tradicionales fomentan la cohesión y el espíritu de equipo, un enfoque más práctico como el de esta empresa puede generar un impacto directo en la calidad de vida de los empleados.
Mientras que algunas compañías invierten en experiencias compartidas, otras optan por dar prioridad al bienestar económico de sus trabajadores. Sea cual sea la decisión, lo importante es que refleje los valores y objetivos de la empresa en estas fechas.