La Flotilla de Aeronaves de la Armada está viviendo todo un cambio de paradigma. Acostumbrada a operar helicópteros de origen estadounidense, la fuerza naval ha comenzado ahora a incorporar aeronaves fabricadas por el gigante europeo Airbus, compañía aeroespacial con la que ya trabaja en distintos proyectos de cara al futuro. Inminente, por ejemplo, es la llegada de los NH90 en su versión naval, cuya primera unidad está siendo sometida a las últimas pruebas en la planta que Airbus tiene en Albacete, previo a su recepción por parte de la 14º Escuadrilla.
Con la incorporación de su primer NH90, la Armada se unirá al Ejército de Tierra y al Ejército del Aire y del Espacio en el despliegue de esta aeronave de transporte, a la que la fuerza naval ha designado Sable. Así, las tres ramas de las Fuerzas Armadas Españolas contarán con el helicóptero de Airbus como componente esencial de su flota de ala rotatoria. Los tres componentes se encuentran a la espera de los aparatos que les corresponden del lote de 23 nuevas aeronaves encargadas por el Ministerio de Defensa: diez para Tierra, seis para Aire y siete para la Armada.
No obstante, las unidades destinadas a la Flotilla de Aeronaves presentan ciertas diferencias respecto a las de los otros dos ejércitos, según ha explicado el director general de Airbus Helicopters España, Fernando Lombo. De esta manera, mientras que la de estos últimos son de la variante Estándar 3, que cuentan con mejores en cuanto a la protección ante posibles ataques con, por ejemplo, misiles, los de la Armada son del tipo MSPT, similar a la anterior pero con características propias para su despliegue en operaciones navales. “El MSPT tiene un tren de aterrizaje reforzado para su uso en buques y el plegado de sus palas, para guardarlo en el hangar en la fragata, es absolutamente electrónico, automático y sucede en tan solo 90 segundos”, ha detallado Lombo.
Desde la Armada, tal y como ha asegurado el jefe de la 14º Escuadrilla, capitán de fragata Javier Moreno, están llevando a cabo una “preparación intensa” para poder utilizar los NH90 sin inconvenientes una vez tenga lugar su recepción. “Ahora estamos inmersos en el adiestramiento, no solo del piloto sino también a nivel técnico, que también es muy importante ya que esta aeronave supone un salto tecnológico cualitativo, especialmente en la electrónica”, ha detallado Moreno.
Guerra antisubmarina
Sin embargo, el proyecto más desafiante tanto para la Armada como para Airbus será el desarrollo de un helicóptero que responda a los requisitos de España en cuanto a capacidades de guerra antisubmarina. La compañía aeroespacial ya se encuentra ideando una forma en equipar al NH90 con los equipos y armas necesarias para combatir submarinos, como sonoboyas y torpedos, tarea para la que ya ha recibido, a finales de noviembre, un contrato de diez millones de euros por parte del departamento que lidera Margarita Robles.
“Los helicópteros NH90 antisubmarinos están en gran cantidad de países funcionando y haciendo sus misiones con mucho éxito, pero la Armada tiene unos requisitos específicos que requieren que nos adaptemos a ellos”, ha explicado Lombo. “Creemos que el NH90 será la aeronave que lleve la guerra antisubmarina al máximo estándar en las flotas. Es un reto fascinante”, ha asegurado. No obstante, mientras llega la propuesta del fabricante europeo, España ha optado por adquirir ocho MH-60 Romeo a Estados Unidos, por 820 millones de euros.