Los villancicos son los cantos más populares cuando se acerca la Navidad. Sus letras y su música resuenan estos días en todas partes —desde los colegios a los centros comerciales, pasando las oficinas y los hogares— y en cientos de países que comparten las mismas canciones, traducidas a cada idioma.
Y entre todos ellos, destaca la melodía suave y emotiva de Noche de Paz, con un mensaje que resuena entre las familias de diversas culturas y tradiciones, convirtiéndolo en un símbolo universal de la Navidad.
El villancico fue compuesto en un pequeño pueblo de Austria, Oberndorf, por Joseph Mohr, quien escribió la letra, y por Franz Xaver Gruber, quien compuso la melodía. Fue interpretado por primera vez el 24 de diciembre de 1818.
Origen e historia de ‘Noche de Paz’
Corría el año 1815, la guerra contra la invasión por las tropas de Napoleón había dejado hambre y desesperación en los Alpes austriacos. Concretamente, en Salzach, cerca de Oberndorf, al oeste de Austria.
Nada parecía ir bien en aquella Navidad: inundaciones, malas cosechas y, para colmo, los ratones habían roído los fuelles del órgano de la iglesia de San Nicolás de Oberndorf, según el relato del medio alemán Deutsche Welle.
Tres años más tarde, el día de Nochebuena, un sacerdote de 26 años de edad, Joseph Mohr, cruzaba el campo nevado cuando en su bolsillo encontraba un trozo de papel con un poema que había escrito dos años antes, en ese periodo difícil: “Noche de paz, noche de amor”, comenzaba el texto.
Esa misma tarde, Mohr acudió corriendo a ver a su amigo Franz Xaver Gruber, profesor y organista, y le pidió una melodía. En un abrir y cerrar de ojos, la canción estaba terminada y lista para ser interpretada en la misa, marcando el inicio de su legado.
Esta canción devolvió a los habitantes de la región lo que tras la guerra ya creían que no existía: amor y un mundo en paz. Este villancico fue sinónimo de consuelo y esperanza para los habitantes maltratados por la invasión francesa.
Aunque originalmente fue escrita en Alemán (Stille Nacht), no fue hasta el año 1833 cuando otro organista, Maurach, interpretó este villancico en Leizpig, atrayendo a centenares de personas que sentían curiosidad ante tan encantadora melodía. Ocho más tarde, se estrenó en Nueva York.
Un hit mundial
El resto es historia. Noche de Paz destaca como el villancico más famoso de todos los tiempos. Este clásico navideño ha trascendido fronteras, idiomas y generaciones. De hecho, se interpreta en 300 lenguas y se ha podido escuchar en las voces más populares del momento, como Elvis Presley, Mariah Carey y Aretha Franklin.
El villancico se popularizó fuera de Austria y Alemania gracias a los grupos de cantantes ambulantes que lo llevaron por Europa en el siglo XIX. Entre los países donde más se escucha, destacan Estados Unidos y Reino Unido (Silent Night), Francia (Douce Nuit), Italia, México, Filipinas y España. Desde 2011, Noche de Paz figura incluso en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco.