El astillero británico Harland & Wolff, mundialmente conocido por haber sido el constructor del Titanic, pasará a hacer propiedad de España. Esto debido a que Navantia está negociando la adquisición de la compañía para impedir que naufrague el contrato para la construcción de tres buques de apoyo logístico que la empresa española firmó, en 2022, con la Royal Navy, por 2.000 millones de euros. Así lo ha confirmado la propia Navantia en un comunicado este jueves, en el que ha señalado que espera que las negociaciones finalicen a principios de 2025.
La transacción será llevada a cabo por la filial británica de Navantia y la misma supone la adquisición de los astilleros que Harland & Wolff posee en las ciudades de Belfast (Irlanda del Norte), Appledore (Inglaterra), Methil y Arnish (Escocia). De esta manera, la compañía naval española gestionará las capacidades industriales de la firma británica, que emplea a 1.200 personas, en virtud del acuerdo que todavía está sujeto a las autorizaciones regulatorias correspondientes.
Harland & Wolff es socio de Navantia en el desarrollo del denominado programa FSS (del inglés, Fleet Solid Support), que implica la construcción de tres embarcaciones de 216 metros de eslora y 39.000 toneladas destinadas al apoyo logístico de los dos portaaviones con los que cuenta Reino Unido: HMS Queen Elizabeth y HMS Prince of Wales. Justamente, el grueso de estos trabajos, que se prevén comiencen en 2025, tendrán lugar en las instalaciones de la firma británica, aunque también estará involucrado en la fabricación de los buques la planta que Navantia posee en Puerto Real (Cádiz), donde el programa generará 1.600 puestos de trabajo, entre directos e indirectos.
“Navantia valora positivamente el compromiso del Gobierno británico con el programa de construcción naval FSS y garantiza su ejecución y el fortalecimiento de las capacidades industriales locales, de acuerdo con las necesidades de construcción naval y del mercado de defensa de Reino Unido”, ha destacado la firma española. De no existir contratiempos, la entrega del trío de embarcaciones, las más grandes de la marina británica tras sus portaaviones, se completará en 2032.
360 millones de euros extra
La empresa pública española se ha lanzado a hacerse con su socio industrial después de que la compañía se declarara en suspensión de pagos, el pasado septiembre. Ante el peligro de que la quiebra de Harland & Wolff pusiera en riesgo el contrato con la Royal Navy, el mayor acuerdo de exportación en la historia de Navantia, Londres y Madrid comenzaron a buscar soluciones para mantener a flote este proyecto multimillonario.
Si bien desde Navantia no han dado a conocer ninguna cifra, distintas informaciones recogidas por la prensa británica aseguran que el astillero desembolsaría alrededor de 85 millones de euros para quedarse con el constructor naval del Reino Unido. A cambio, la empresa española ha reclamado una ampliación de 360 millones de euros del contrato por los tres buques mencionados, con los que hacer frente a los costes crecientes del proyecto. De esta manera, el proyecto naval ascendería a cerca de 2.360 millones de euros.