Un abogado revela la pregunta “trampa” para lograr la incapacidad permanente que hizo un tribunal médico a un solicitante: “La repitió dos o tres veces”

La obtención de una incapacidad permanente puede ser un proceso largo y complicado para quienes, debido a una enfermedad o lesión, se ven incapacitados para trabajar. Recientemente, el abogado Xavi Abat, conocido por compartir consejos legales en sus redes sociales (@xavi_abat), generó interés al revelar una situación peculiar enfrentada por uno de sus seguidores durante su valoración ante el tribunal médico de la Seguridad Social.

Según Abat, el tribunal planteó reiteradamente una pregunta que, aunque en apariencia inofensiva, podría influir decisivamente en la resolución de la solicitud: “¿Qué quiere hacer con su vida?”. El abogado calificó esta consulta como una “pregunta trampa” e instó a quienes se encuentren en este tipo de evaluaciones a ser muy cuidadosos con su respuesta.

El seguidor de Abat relató que el tribunal médico le hizo la misma pregunta hasta tres veces durante la evaluación. “¿Qué quiere hacer con su vida?”, parece una consulta abierta, pero, en el contexto de una solicitud de incapacidad permanente, podría interpretarse como un intento de evaluar no solo el estado físico o mental del solicitante, sino también sus intenciones y actitudes frente a la vida laboral.

El abogado explicó que responder de manera poco reflexiva podría perjudicar la solicitud. Por ejemplo, contestar algo como “me gustaría vivir de ayudas” o “no quiero trabajar” podría ser malinterpretado por el tribunal como una falta de interés en reincorporarse al mercado laboral. Xavi Abat aconsejó que la mejor manera de abordar esta pregunta es expresar el deseo de trabajar, pero dejar claro que las limitaciones físicas o mentales lo impiden. Una respuesta sugerida podría ser: “Me encantaría poder trabajar, pero debido a mi enfermedad o lesión no puedo realizar ninguna actividad laboral”.

Este enfoque muestra disposición para integrarse a la vida laboral si las circunstancias lo permitieran, al tiempo que subraya las limitaciones reales que justifican la solicitud de incapacidad permanente. De esta manera, se evita dar pie a interpretaciones desfavorables por parte del tribunal médico.

El tribunal médico de la Seguridad Social no solo evalúa los informes médicos y el historial clínico del solicitante, sino también su actitud y capacidad para integrarse, en la medida de lo posible, al entorno laboral. La pregunta podría tener varios propósitos:

• Evaluar la sinceridad: Observar si el solicitante muestra interés real en mejorar o si parece estar buscando beneficios de manera oportunista.
• Medir las expectativas: Entender si la persona tiene intenciones realistas sobre su futuro laboral.
• Obtener más información indirecta: A través de la respuesta, el tribunal puede identificar aspectos de la personalidad, el estado psicológico o incluso contradicciones en el relato del solicitante.

En procesos como este, donde el testimonio del solicitante tiene un peso significativo, la actitud y las palabras pueden marcar la diferencia. Aunque el dictamen médico es crucial, los evaluadores también consideran factores subjetivos para emitir un juicio sobre la incapacidad.

Responder de manera adecuada no significa exagerar o mentir sobre las propias limitaciones, sino comunicar de forma honesta y clara cómo la enfermedad o lesión afecta la capacidad de trabajar y, por ende, la necesidad de acceder a una incapacidad permanente.

Muchos expertos en este aspecto de la ley disponen de algunas recomendaciones generales para quienes deben enfrentarse a una evaluación del tribunal médico:

• Prepararse previamente: Reflexionar sobre las posibles preguntas y ensayar respuestas claras y coherentes que reflejen la realidad de la situación.
• Evitar respuestas automáticas o contradictorias: Mantener un discurso consistente con la documentación presentada.
• Ser honesto pero estratégico: Expresar de manera clara cómo la condición médica afecta la vida diaria y la capacidad de trabajar, sin entrar en detalles innecesarios que puedan ser malinterpretados.
• Acompañar el testimonio con evidencia médica sólida: Llevar todos los informes médicos, diagnósticos y pruebas que respalden la solicitud.