Compartir un décimo de la Lotería de Navidad es de lo más habitual en estas fechas. El 22 de diciembre, en menos de una semana, se conocerán todos los ganadores del sorteo excepcional de la Lotería de Navidad, el que acumula el mayor número de participantes del año: hasta un 70,5% de los españoles de entre 15 y 70 años compra al menos un décimo, y la recaudación supone el 10% de todo el mercado de juego en España, según el Anuario del Juego publicado por el Consejo Empresarial del Juego y la Universidad Carlos III de Madrid.
Como siempre será mejor prevenir que curar, lo mejor es asegurarse desde ya de que todo está en orden. Aunque varias personas hayan acordado “jugar” juntos un mismo décimo, al final el propio boleto es lo que sirve como documento acreditativo. Es decir, que solamente cobrará quien lo tenga en su poder.
Es común creer que, con una firma, uno se evitará disgustos en caso de que la persona con la que se comparte el décimo decide que el premio es demasiado dinero para repartirlo con nadie (que, por pasar, puede pasar), pero lo cierto es que, por sí sola, una firma no asegurará nada si el portador se opone.
Entonces, ¿cómo asegurarse de que se cobrará el décimo compartido?
Para evitar problemas, entonces, lo más recomendable es dejar por escrito todos los participantes involucrados en la compra del décimo, incluyendo la persona que lo va a guardar, el número del boleto, y el importe que ha pagado cada uno: cuantos más datos, mejor. Además, se puede hacer una fotocopia del billete para cada uno de los colaboradores.
De cualquier manera, aunque por poder, se puede firmar un décimo e incluir los datos de cada cual en el mismo, lo mejor sería añadir más capas de “seguridad”: es fundamental identificar a todos los participantes antes de cobrarlo y en la propia entidad financiera de cobro.
Lo ideal es acompañar las firmas sobre el décimo con un contrato por escrito, incluyendo varios datos. Según recomienda la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) el portador del décimo deberá entregar “a cada participante una copia firmada, con el nombre y el DNI del depositario, en la que se indica que esa persona juega ese número, serie, fracción y sorteo, una cantidad de euros determinada".
También es recomendable, como medida extra, crear un grupo de WhatsApp con todos los colaboradores en la compra. Según la OCU, “los mensajes de WhatsApp pueden ser una prueba, siempre y cuando aparezcan los datos del depositario, los participantes y la participación de cada uno. No obstante, si la otra parte impugna esa prueba por considerar que se ha manipulado, habría que demostrarlo”.
En la mayoría de casos, asumiendo buena fe, con identificar a los participantes antes del cobro, no debería haber más problemas. Si, por el contrario, no se puede poner la mano en el fuego, si se siguen estas medidas, nadie podrá negar la fracción de nadie aún en caso de problemas.