Con los dedos de una mano es posible contar los días que faltan para el Sorteo Extraordinario de Navidad. En concreto, quedan 4 días para que llegue el 22 de diciembre de 2024, día en que la vida de cientos de familias de nuestro país mejoren un poco o cambien radicalmente (para bien). Aunque las probabilidades de que tu décimo sea el Gordo, es decir, resulte premiado con 400.000 euros es de una entre 100.000 -un 0,001%-, muchas familias se reúnen, cada año, en torno a la televisión con la esperanza de que sea uno de los mejores días de su vida y poder celebrarlo por todo lo alto.
Este año, la Lotería de Navidad repartirá 2.702 millones de euros en premios, lo que supone 112 millones de euros más que en la edición del 2023. A pesar de la enorme suma de dinero que se distribuye entre los agraciados, lo normal es que no se logre recuperar la cifra invertida en los décimos porque, al fin y al cabo, sigue siendo un juego de azar. Como el resto de juegos de azar y apuestas deportivas, en los casos más extremos, puede llegar a generar síntomas de dependencia, tolerancia y síndromes de abstinencia entre las personas que no logran controlar su ludopatía.
Por ello, existen varios mecanismos que tienen como objetivo la prohibición de participar en juegos de azar, como la Lotería de Navidad. Uno de los colectivos a los que más se protege en estas situaciones son los menores de edad, quienes tienen prohibido participar en juegos de azar y apuestas deportivas, según la Ley 13/2011 de Regulación del Juego.
Prohibición voluntaria
En el Registro de Interdicciones de la Dirección General de Ordenación del Juego se inscriben aquellos individuos que desean evitar la participación en juegos de azar. La inscripción en este registro, o en el organismo autonómico equivalente, es un paso que dan personas con problemas de ludopatía. Al hacer esto, restringen su acceso a establecimientos de juego.
Además, hay casos donde el acceso a juegos de azar está prohibido por una resolución judicial firme. Esto se debe a los mismos problemas que enfrentan muchos de los que se registran voluntariamente, quienes buscan protegerse de la influencia negativa que estos lugares ejercen sobre sus vidas.
No pueden participar los operadores de juego
La participación en los juegos gestionados o explotados por los operadores está regulada de manera que prohíbe su intervención, tanto directa como indirectamente. Esto se aplica a los accionistas, propietarios, directivos y empleados relacionados con el desarrollo de las actividades lúdicas. También, se extiende esta restricción a sus cónyuges, personas con las que convivan, así como a sus ascendientes y descendientes en primer grado. Esta normativa supone que, aunque se utilicen terceras personas físicas o jurídicas, la participación en los juegos por parte de estos sujetos no está permitida.
Presidente y consejeros de la Comisión Nacional del Juego
El personal de la Comisión Nacional del Juego, con funciones de inspección y control, está sujeto a restricciones en la participación en el Sorteo Extraordinario de Navidad, las cuales también cubren a sus cónyuges, convivientes, y a sus ascendientes y descendientes en primer grado. El Presidente, junto con los consejeros y directores de esta comisión, tienen prohibiciones similares. Estas normativas, detalladas por la Comisión, buscan asegurar la integridad y honestidad en el ámbito del juego.