Un Ferrari se queda atascado en los badenes de un pueblo y el alcalde los elimina: “Estábamos contentos con ellos. Aquí la gente circula muy rápido”

Ligugé es una población y comuna francesa del departamento de Viena, de apenas alrededor de 3.500 habitantes y ubicada junto al río Clain. La reciente eliminación de tres badenes en una calle local no ha sido bien recibida entre los residentes. La decisión, confirmada por el alcalde Bernard Mauzé, ha generado reacciones de descontento, especialmente de aquellos que consideraban los badenes una medida necesaria y efectiva para controlar la velocidad de los vehículos, de acuerdo con el diario La Nouvelle République. Estos dispositivos fueron instalados hace varios años a solicitud de los vecinos con el objetivo de reducir la velocidad de circulación en una zona por la cual los automóviles solían pasar demasiado rápido, lo que representaba un riesgo para los peatones y el resto de conductores que circulan por la zona.

Los badenes fueron retirados a principios del pasado mes de noviembre. Según el medio francés La Dépêche, un residente del pueblo expresó su frustración al respecto, argumentando que “estábamos contentos con nuestros badenes. Aquí la gente conduce demasiado rápido”. También criticó el motivo de su retirada, ya que, aparentemente, tendría que ver con un incidente concreto que, además, no supone un problema a la población local: el Ferrari de un cliente que se habría estado alojando en un hotel local habría quedado atrapado entre los badenes, sufriendo daños en sus bajos: “No entiendo por qué se instalan estos dispositivos y luego se destruyen. Todo porque un huésped del hotel dañó su coche de lujo”, se lamentaba el vecino.

Según informó Axelle Faure, gerente del Domaine hôtelier de l’Écorcerie, un hotel situado en la misma calle, no fue un incidente aislado, sino que varios de sus clientes ya habrían expresado sus quejas por los daños que los badenes provocaron en sus vehículos de lujo: “Se quejaron de que los badenes dañaron sus coches, e incluso algunos intentaron involucrar a nuestro seguro”, comentó Faure, detallando también que fue uno de sus amigos, el dueño del Ferrari, quien habría quedado atrapado entre los badenes.

Ante estas críticas, el alcalde Mauzé justificó la medida señalando que los badenes estaban situados fuera del casco urbano y no cumplían con los estándares de calidad adecuados. Además, agregó que la retirada de los dispositivos se había realizado en respuesta a las quejas de los clientes del hotel, cuya satisfacción es crucial para la economía local: “Hay que tener en cuenta a la clientela del hotel”, destacó el alcalde. Asimismo, Mauzé indicó que su administración evaluará la posibilidad de instalar otras medidas, como chicanes, que permitan mantener el control de la velocidad sin comprometer la comodidad de los vehículos de lujo que transitan por la zona.

La eliminación de los badenes ha generado un debate sobre el equilibrio entre la seguridad vial y los intereses económicos de la zona. La decisión ha suscitado la indignación de los vecinos, que defienden los beneficios de los badenes para reducir la velocidad como argumento de mayor peso que los vehículos de lujo de los visitantes. La discusión continúa abierta mientras el alcalde y la comunidad buscan una solución que garantice tanto la seguridad de los residentes como la satisfacción de los visitantes.