Iniciar una relación amorosa no es tarea sencilla cuando uno de los individuos que conforman esa pareja forma parte de una familia real y la otra persona no. Es el caso del príncipe Harry y Meghan Markle, cuyo romance levantó suspicacias en Buckingham desde sus inicios por la rapidez con la que evolucionó. Ahora, una experta en realeza británica desvela en un libro el motivo por el que el hijo menor de Carlos III se apresuró tanto en sus planes de futuro con la actriz estadounidense.
Cuando Harry comenzó su relación con Meghan en julio de 2016, el recuerdo de matrimonios reales precipitadamente concertados, como el de Carlos y Diana, todavía resonaba. La brevedad del noviazgo de los padres de Guillermo y Harry —se comprometieron tras haberse visto solo 13 veces— resultó en un matrimonio plagado de conflictos. Este antecedente hizo que Guillermo mostrara cautela al observar cómo su hermano menor se apresuraba a consolidar su relación con Meghan.
La autora real Tina Brown, en su libro The Palace Papers: Inside the House of Windsor, relata que Guillermo expresó preocupación por la velocidad de la relación, además de dudar sobre la capacidad de Meghan para adaptarse a las exigencias de la vida real. Entre las inquietudes estaban el escrutinio mediático sin precedentes que enfrentan los miembros de la realeza y la dificultad para construir una vida personal y una red de apoyo en el Reino Unido, algo crucial para una actriz acostumbrada a los códigos de Hollywood.
Sin embargo, Harry minimizó estas preocupaciones de su hermano y ustificó la urgencia de casarse aludiendo a “su deseo de formar una familia antes de cumplir 35 años”, según Brown. La autora asegura uqe Harry también argumentó que el matrimonio garantizaría a Meghan la protección policial que él mismo tenía como miembro activo de la realeza. Sin embargo, detrás de esta urgencia se escondía un conflicto mayor: la fragilidad emocional de Harry, que Guillermo temía que lo incapacitara para manejar el inevitable asedio mediático.
El criterio de la reina Isabel, no obstante, pareció ser distinto al de su nieto Guillermo. El primer encuentro entre Meghan y la monarca fue, según se relata, cálido. Enfocada en la felicidad de su nieto, Isabel no emitió juicio alguno sobre la relación. Pero Guillermo, consciente de los patrones de comportamiento impulsivo de su hermano, expresó su preocupación en privado a pesar de que, en palabras de Brown, el futuro rey se mostró receptivo cuando conoció a Meghan por primera vez en su residencia en el Palacio de Kensington, donde comentó que deseaba conocer a “la mujer que había puesto esa sonrisa tonta” en la cara de su hermano”.
La oposición de Guillermo, sin embargo, se intensificó con el tiempo. Según el historiador Robert Lacey, autor de Battle of the Brothers: William and Harry, Guillermo buscó incluso la intervención del tío de ambos, Charles Spencer, hermano de Diana, en un intento de persuadir a Harry de ralentizar la relación. Este esfuerzo, en lugar de acercarlos, provocó una ruptura más profunda entre los dos hermanos.
El conflicto también trascendió a las amistades de Harry. Tom ‘Skippy’ Inskip, un amigo cercano desde los días de Eton, también aconsejó cautela, sugiriendo que Harry y Meghan vivieran juntos antes de tomar una decisión definitiva. La advertencia no fue bien recibida por el príncipe, quien interpretó el consejo como una falta de apoyo. Además, algunos amigos de Harry criticaron la actitud de Meghan, a quien consideraban demasiado estricta y ajena a su humor característico.
Estallido del ‘Megxit’
A pesar de estas advertencias, Harry y Meghan anunciaron su compromiso en noviembre de 2017 y se casaron en mayo de 2018. No obstante, las tensiones con la prensa y dentro de la familia real no tardaron en aflorar. Desde ser apodada “la duquesa difícil” hasta los constantes titulares negativos, Meghan enfrentó una hostilidad que, según Brown, superaba por mucho la que había conocido como actriz. Un caso particularmente doloroso fue la publicación de escenas de Suits en un sitio de contenido para adultos, un episodio que aprovechó la prensa sensacionalista británica.
Estas tensiones mediáticas y familiares llevaron a la pareja a anunciar su salida de la realeza en enero de 2020, marcando un antes y un después en la historia de la Casa de Windsor. Desde su residencia en California, Harry y Meghan han narrado su versión de los hechos a través de libros, entrevistas y documentales. En Spare, Harry reveló detalles de las discusiones con su hermano, describiendo cómo las diferencias sobre Meghan fracturaron su relación.
Hoy, Harry y Meghan han formado una familia con sus dos hijos, Archie y Lilibet, cumpliendo su deseo de construir una vida fuera de los estrechos confines de la monarquía. Sin embargo, persisten las preguntas sobre si una aproximación más pausada y reflexiva —como la que Guillermo intentó promover— podría haber evitado los conflictos que llevaron a su ruptura con la Casa de Windsor.