El permiso retribuido por matrimonio es un derecho laboral recogido en el Estatuto de los Trabajadores en España. Este beneficio permite a las personas trabajadoras disfrutar de un periodo de descanso con motivo de su boda. Sin embargo, las condiciones para disfrutarlo, así como los procedimientos para trasladarlo a una fecha diferente, generan dudas frecuentes. A continuación, desglosamos los puntos clave sobre este derecho.
¿Cuántos días corresponden por matrimonio?
El artículo 37 del Estatuto de los Trabajadores establece que el permiso por matrimonio otorga un total de 15 días naturales consecutivos. Este periodo comienza, en principio, a partir de la fecha de la boda. Es importante destacar que los días son naturales, lo que implica que incluyen fines de semana y festivos.
Este permiso tiene carácter retribuido, lo que significa que el trabajador seguirá percibiendo su salario habitual durante este tiempo, incluyendo todos los complementos que conforman su retribución fija.
Además, este derecho aplica tanto a bodas civiles como religiosas. En el caso de parejas de hecho, el acceso al permiso no está contemplado en el Estatuto de los Trabajadores, pero algunos convenios colectivos pueden incluirlo de forma explícita.
¿Qué sucede si se desea disfrutar el permiso en una fecha distinta?
Aunque la norma general es que el permiso se utilice inmediatamente después de la boda, existe la posibilidad de solicitarlo en un periodo diferente. Esta opción no está regulada específicamente en el Estatuto de los Trabajadores, por lo que depende de la negociación con la empresa o de lo estipulado en el convenio colectivo aplicable.
Los principales motivos para pedir un cambio en las fechas suelen estar relacionados con cuestiones personales o laborales, como la coincidencia de la boda con un periodo vacacional o la necesidad de posponer el viaje de luna de miel.
Para trasladar el permiso a otra fecha, es fundamental seguir estos pasos:
- Revisar el convenio colectivo: algunos convenios incluyen cláusulas específicas que permiten cierta flexibilidad en la aplicación de los permisos retribuidos.
- Comunicarlo por escrito: la solicitud debe realizarse por escrito a la empresa, explicando los motivos del cambio y proponiendo las fechas deseadas.
- Negociar con la empresa: aunque no existe una obligación para la empresa de aceptar el cambio, en la práctica muchas acceden, siempre que no afecte negativamente al funcionamiento de la organización.
- Obtener una respuesta formal: es recomendable contar con una respuesta por escrito de la empresa para evitar conflictos o malentendidos en el futuro.
¿Es obligatorio disfrutar el permiso de forma inmediata?
La ley no especifica que el permiso deba disfrutarse inmediatamente después de la boda, pero sí que debe haber una relación directa con el evento. En este sentido, los tribunales han dictaminado en algunos casos que el permiso debe utilizarse en un periodo razonable tras el matrimonio. Por ejemplo, en una sentencia del Tribunal Supremo, se determinó que un trabajador no podía disfrutar del permiso un año después de la boda.
Consejos para gestionar el permiso por matrimonio
- Planificar con antelación: si la intención es disfrutar del permiso en fechas diferentes a las de la boda, es importante iniciar el proceso de solicitud con suficiente antelación.
- Documentar la boda: aunque no siempre es requerido, algunas empresas solicitan un justificante de matrimonio (como el acta de matrimonio) para conceder el permiso.
- Coordinar con el equipo laboral: en casos de puestos críticos o alta carga laboral, la flexibilidad puede depender de cómo se organicen las tareas pendientes.
Permisos relacionados y alternativas
En el contexto laboral, existen otros permisos retribuidos relacionados con circunstancias personales, como el permiso por fallecimiento de un familiar, por nacimiento o adopción de un hijo, o por mudanza. Estos permisos pueden combinarse estratégicamente con el de matrimonio en caso de que las circunstancias lo permitan.
Finalmente, si el traslado del permiso por matrimonio no es posible o aceptado por la empresa, otra alternativa es utilizar días de vacaciones. Sin embargo, esta opción no debería sustituir el derecho al permiso retribuido, sino complementarlo en caso de necesidad.