Las islas Canarias han sido pasto del viento durante el fin de semana tras el paso de la bautizada como borrasca Dorothea tras detectarse que podría originar tanto lluvia como vientos huracanados. Sus efectos han persistido a lo largo del lunes, con vientos que, si alcanzaron los 139 kilómetros por hora en Arure (La Gomera) en su punto más álgido, en el comienzo de la semana se han dejado notar con 100 km/h en esa misma isla, El Hierro, La Palma y Tenerife.
Tan es así, que a lo largo del inicio de la semana se ha mantenido el aviso naranja por las rachas fuertes de viento proveniente del sureste en La Gomera, El Hierro y Tenerife, especialmente en zonas de mayor altitud y por las vertientes norte y oeste. Del mismo modo, la AEMET ha alertado de que se podrían producir fenómenos costeros adversos en La Palma, La Gomera y Tenerife, por lo que ha decretado una alerta amarilla que seguirá vigente durante las próximas horas.
El temporal ha virado hacia el norte y, en las últimas horas de la noche su intensidad se ha visto reducida. Sin embargo, ese mismo viento del sureste descargará en las próximas horas calima transportada desde el Sáhara, que se extenderá por todo el archipiélago a partir de este martes. En los siguientes días, irá desplazándose hacia el norte y el este, retirándose de las islas en la segunda mitad de la semana.
De cara a mañana, la AEMET ha dejado avisos amarillos en La Gomera y Tenerife, así como en las islas orientales a causa del polvo en suspensión: Gran Canaria, Fuerteventura, Lanzarote y La Graciosa. Finalmente, ya por la tarde se habrá extendido el aviso a todo el archipiélago.
Un fin de semana con incidentes poco graves
El paso de Dorothea por las islas ha dejado un centenar de incidentes leves, si bien ninguno implicó daños personales, salvo en el Valle Gran Rey, en la isla de La Gomera, donde la caída de un toldo le provocó contusiones a un hombre, mientras que otro residente de 84 años sufrió también una caída. También se registraron hasta 5.000 rayos en el entorno del archipiélago durante la jornada del sábado, así como cortes en los suministros de electricidad y desprendimientos en algunas carreteras de Tenerife y El Hierro.
A lo largo del domingo se produjeron rachas de hasta 129 kilómetros por hora, advertidos horas antes tras activar el aviso rojo en muchas zonas y provocaron el cierre de colegios y universidades. Por otra parte, la borrasca Dorothea provocó también un ascenso de las temperaturas que se ha dejado notar con registros de entre 27 y 31 grados en varias localidades, debido al aire seco y cálido que ha aumentado a su vez el riesgo de incendios.