Un reciente fallo del tribunal de casación francés, la más alta instancia judicial del país, ha establecido que la agresión cometida por el perro de un empleado en el lugar de trabajo puede constituir una falta grave, incluso si ocurre fuera del horario laboral del ‘maestro’ de la mascota.
En este caso en cuestión, que recoge la editorial jurídica-fiscal francesa Lefebvre Dalloz, el tribunal de casación se refiere al suceso que ocurrió entre un vigilante de seguridad y un empleado de mantenimiento y ahora la Justicia ha verificado que las leyes han sido interpretadas correctamente.
El día de los hechos, el vigilante de seguridad y su perro habían permanecido en el lugar que vigilaban una hora y media más después de que finalizara su turno. Durante este tiempo, su perro, sin correa ni bozal, atacó y mordió a un empleado de mantenimiento. Tras este hecho, el empleador decidido despedir al agente de seguridad por una falta grave, pero el empleado impugnó el despido, argumentando que los hechos correspondían a su vida personal y no a su ámbito profesional, ya que estaba fuera de turno cuando sucedió todo.
El tribunal de casación francés ha rechazado esta argumentación, porque ha determinado que los hechos no pertenecían a la vida personal del empleado, sino que forma parte de algo más amplio que es la seguridad laboral. El tribunal, de hecho, señaló que el trabajador incumplió las obligaciones derivadas de su contrato laboral, especialmente las relacionadas con la seguridad en el lugar de trabajo. Por lo tanto, confirmó el despido por falta grave y lo consideró procedente.
La seguridad, por delante del horario laboral
Este fallo se alinea con decisiones anteriores del tribunal de casación. Por ejemplo, en 2011, el tribunal confirmó el despido de un empleado cuyo perro, al que dejó durante tres horas dentro de un vehículo en el estacionamiento de la empresa, atacó a una compañera. En ese caso, se consideró que el empleado incumplió también su obligación de seguridad y justificó el despido por falta grave.
En otras ocasiones, entre 2013 y 2020, el tribunal sostuvo que si se registran incidentes en la empresa después de la jornada laboral de los empleados, estos hechos pueden estar relacionados con la vida profesional del mismo y justificar medidas disciplinarias. Sin embargo, en este fallo reciente, el tribunal ha optado por centrarse en el incumplimiento contractual del empleado, en lugar de analizar si los hechos pertenecían a su vida privada.
Este enfoque refleja una tendencia en la jurisprudencia francesa a considerar las obligaciones contractuales de los empleados, incluso fuera del horario laboral, especialmente en lo que respecta a la seguridad en el lugar de trabajo. Los empleadores y empleados deben ser conscientes de que las acciones que comprometan la seguridad pueden tener consecuencias laborales significativas, independientemente de si ocurren dentro o fuera del horario de trabajo.
En el caso de que haya un perro involucrado en el espacio de trabajo, resulta aún más importante reducir al máximo los riesgos y garantizar condiciones de seguridad y bienestar tanto para el animal como para los empleados.