Mar Regueras es una reconocida presentadora y actriz española que tuvo un gran auge a finales del siglo pasado. Por aquel entonces, su participación en el reconocido Grand Prix de la mano de Ramón García le alzó a la cumbre de la pequeña pantalla. 1996 fue su gran salto, cuando por primera vez apareció en TVE y se dio a conocer al mundo. No obstante, tras su salida, su teléfono no paró de sonar para grandes proyectos.
Sin embargo, su carrera dio un giro y pasó al mundo de la interpretación. En ese sector, sus dotes teatrales le permitieron ser una buena actriz, con papeles en series españolas como Hospital Central, El Comisario o Lobos, como recoge su página web. A pesar de ellos, la más destacada fue Rencor, que le permitió ser nominada a un Premio Goya a mejor actriz de reparto. Tras ese periodo exitoso, le dejaron de llegar ofertas de trabajo. La situación fue tal que tuvo que sacar a su hija del colegio en el que estudiaba, como publica el Diario AS.
Ahora su vida ha dado un vuelco y ya no está ligada a los focos. La necesidad económica le forzó a tener que buscar alternativas para salir adelante, tras criticar que “no puede vivir de su profesión”. Por tanto, encontró su lugar lejos de la interpretación: el sector inmobiliario y notarial.
Así es su nueva vida lejos de la interpretación
La copresentadora tuvo que dar el salto al sector inmobiliario como medida de emergencia para sacar a su familia adelante. No obstante, ese trabajo fue temporal, puesto que al poco tiempo cambió de sector para adentrarse en una notaría, su actual empleo, como ella comentó en un programa de Espejo Público. Incluso, en ese mismo paso por televisión narró parte de su calvario en los últimos años. “Yo creo que el éxito de lo que sea es poder vivir de tu profesión”, introduce el tema. “Y yo ahora mismo no puedo vivir de mi profesión, y sin entender muy bien el motivo. No me siento muy bien tratada”, señaló Regueras.
La actriz y presentadora afirmó que no conoce la razón por la que no recibe nuevas ofertas. “No puedo haber hecho nada tan grave para merecer un castigo o una cárcel de 11 años”, afirmó. “Ha sido durísimo, al final una persona creyó en mí y estoy trabajando en una notaría. No es lo mío, no es que esté feliz, pero me siento afortunada porque he aprendido una profesión”, destacó.
Un recadito a Grand Prix
La actriz y presentadora, ahora en una notaría, quiso dejar un mensaje de recuerdo al programa que le lanzó al estrellato en finales de los 90. Regueras no tuvo problemas en hacer una referencia directa al programa con ataques hacia decisiones de contrataciones de gente joven. “Sigue siendo el mismo presentador, maravilloso y un gran profesional”, afirma. “Sin embargo, las chicas que tiene a su lado son chicas jovencitas”, remarcó, mostrando su disconformidad con esta situación que le ocurre a muchas actrices que ya han superado la veintena.