Trabajar en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) es una opción que miles de personas se plantean cada año de cara a orientar su carrera. Se trata de trabajos fijos, con un sueldo y unas condiciones acordes a la escala funcionarial a la que se pertenezca, en los que además se realizan una serie de funciones que contribuyen al orden y el bienestar público.
Sin embargo, es importante saber que dentro de estas oposiciones, existen diferentes opciones a la que se pueden presentar los candidatos. Estas son la Escala Básica y la Escala Ejecutiva, y es importante conocer ambas para saber cual se ajusta más a a cada situación concreta.
Diferencias entre la Escala Básica y la Ejecutiva
La Escala Básica se centra en labores operativas, ejecutando directamente las actividades necesarias para el cumplimiento de los servicios policiales. Estas funciones incluyen, entre otras, el patrullaje de zonas asignadas, la atención directa a la ciudadanía, el mantenimiento del orden público y la actuación en situaciones de emergencia. Su trabajo se caracteriza por una orientación práctica y de intervención inmediata, siendo fundamental para garantizar la seguridad diaria y el cumplimiento de las normas.
Por otro lado, las funciones de la Escala Ejecutiva tienen un enfoque más estratégico y de supervisión. Los agentes en este nivel asumen responsabilidades de mando, coordinación y planificación de los servicios policiales. Esto implica la dirección de equipos, la toma de decisiones en situaciones complejas y la supervisión de las operaciones realizadas por los agentes de la Escala Básica. Además, desempeñan un papel clave en la elaboración de estrategias para la prevención y resolución de problemas de seguridad, asegurando que las acciones del cuerpo policial se alineen con las directrices organizativas y los objetivos establecidos.
Requisitos
De esta manera, se entiende que ambas oposiciones tienen unos requisitos diferentes para poder acceder. Para el primer caso, las oposiciones están diseñadas para personas que buscan incorporarse al cuerpo sin necesidad de contar con formación universitaria previa. Los requisitos generales incluyen tener el título de Bachiller o equivalente, además de cumplir con las condiciones físicas y de edad establecidas. El proceso selectivo consiste en varias fases, como pruebas de conocimientos teóricos, evaluaciones psicotécnicas, pruebas físicas y una entrevista personal.
Una vez superada esta etapa, los aspirantes ingresan a la Escuela Nacional de Policía, donde reciben una formación práctica y teórica que los capacita para desempeñar las funciones operativas propias de la escala.
En las oposiciones de la segunda opción es obligatorio contar con un título universitario de grado o equivalente. Las pruebas selectivas son más exigentes y complejas, incluyendo además de los exámenes teóricos, pruebas específicas sobre materias relacionadas con la gestión, el derecho y la dirección de equipos. También se evalúan habilidades de liderazgo y toma de decisiones.
Tras superar las oposiciones, los candidatos deben cursar un periodo formativo más extenso en la Escuela Nacional de Policía, centrado en aspectos de planificación estratégica y supervisión, acorde a las responsabilidades de la Escala Ejecutiva.
¿Cuál es el sueldo de ambas oposiciones?
Otro punto importante tener a cuenta es la diferencia de salarios. Los agentes de la Escala Básica, que desempeñan principalmente tareas operativas, perciben un salario neto mensual que suele situarse entre 1.500 y 1.700 euros, dependiendo de factores como el destino, la antigüedad y los complementos específicos.
Por su parte, un inspector recién incorporado suele percibir entre 2.000 y 2.400 euros netos mensuales, dependiendo también de factores como el destino o los complementos asociados al puesto. Además, los complementos salariales en esta escala son más elevados debido a la mayor responsabilidad inherente al rango.