El PSOE andaluz afronta con incertidumbre el futuro sobre el liderazgo de la organización, cuyas primarias están previstas para el próximo 1 de febrero. Sin embargo, el deseo de las distintas secciones provinciales que componen la federación más numerosa del partido de la rosa (44.000 militantes de un censo total de 173.000) es que este proceso no llegue a celebrarse para que no se agite la pugna que todavía mantienen, principalmente, los oficialistas (conocidos como sanchistas) y los susanistas.
Según las fuentes consultadas procedentes de varias provincias, la idea que “cobra más fuerza” es que Juanfran Serrano, número dos del secretario de Organización del partido, Santos Cerdán, se postule para sustituir a Juan Espadas, el exalcalde de Sevilla que asumió el liderazgo autonómico en la peor etapa que afrontó esta federación en su historia (el PSOE perdió su principal bastión en 2018 tras 40 años de hegemonía). Pero Juan Espadas no contempla, por lo pronto, dar un paso al lado.
“La militancia lleva tiempo clamando un cambio”, reclama uno de los ocho dirigentes socialistas provinciales. El sentir mayoritario es que el proyecto de Juan Espadas “no termina de despegar”. Los socialistas andaluces echan en falta “el pulso de la organización”. Y, por ello, hablan de acompasar este sentir a un cambio de “peones” al frente del PSOE andaluz.
“Juan llegó en el peor momento del partido porque nadie quería asumir esa tarea. Sería muy injusto dejar toda esa responsabilidad en Juan, pero en defensa de la organización y del partido, el partido es lo primero”, añaden estas fuentes a Infobae España. Desde la organización reconocen que son insuficientes los pasos dados en la oposición frente al presidente andaluz, Juanma Moreno Bonilla (PP), quien goza de una mayoría absoluta. En este punto, en el partido reconocen que no se ha sabido rentabilizar políticamente el escándalo por el troceo de los contratos sanitarios que la Junta de Andalucía adjudicó a dedo por valor de 458 millones de euros.
“La estrategia de oposición parece que algo de fruto está dando, porque parece que la calle se está calentando, pero no termina de coger la temperatura ideal como para que, si se convocaran ahora unas elecciones, pudiéramos darle un hachazo a Moreno Bonilla. Si la organización no está animada, algo hay que hacer; a esto hay que darle un chute”, aseveran estas voces, que aspiran a llegar a las municipales de 2027 con “el engranaje hecho”.
En el partido determinan que la división entre familias sigue sin superarse desde la guerra que encarnaron Pedro Sánchez y Susana Díaz por el control del partido en 2017. “Eso hay que terminar de limarlo”. Con todo, una vez pasado el debate sobre el estado de la comunidad, los dirigentes territoriales “volverán a la carga” para propiciar un movimiento de Espadas antes de la presentación de precandidaturas, prevista entre el 7 y el 10 de enero. “Se van a aclarar muchas cosas”, confían estas voces.
Serrano acompaña a Cerdán en sus reuniones con Puigdemont en Ginebra
Hasta ahora, además de Espadas, el único nombre que está en liza es el jiennense Juanfran Serrano, escudero de Cerdán. Varias fuentes destacan su perfil político ante la necesidad de dar un “impulso y fuerza” al partido para encarar un liderazgo “desenfrenado”, en el que no se le ceda ningún milímetro de relato al PP. Pero también hay quien desconfía de su valía como secretario general autonómico, ya que no tiene representación en la Cámara andaluza, sino que es diputado por Jaén en el Congreso. Asimismo, suele acompañar a Cerdán en sus reuniones periódicas con Carles Puigdemont en Ginebra (Suiza) y esto, dicen algunas voces, puede restar.
Al respecto, un dirigente provincial quita hierro a esta condición: “Venir sin estar manchado es complicado”. Estas fuentes subrayan como aspecto positivo que Serrano representa a la “máquina de Jaén”, una “escuela que le puede venir bien al PSOE de Andalucía”. En efecto, aunque suenan los tambores de relevo al frente del liderazgo provincial, en manos del presidente de la Diputación de Jaén, Paco Reyes, el peso de esta organización en el conjunto de la federación haría viable una posible candidatura de Serrano: los militantes de Jaén representan en el 10% y el 15% del total andaluz, una cifra que garantiza el mínimo de avales.
Más allá de Despeñaperros, tanto en Ferraz como en Moncloa también aluden a la necesidad de un cambio en Andalucía. Fuentes de la dirección nacional apelan a la militancia para que decida, sin dar su apoyo expreso a Espadas. Tampoco en el Gobierno, que reclaman un candidato capaz de “polarizar” para confrontar con Moreno Bonilla, resume una ministra.
En una conversación informal con periodistas el día de la Constitución, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE defendió que Espadas es una “persona leal” y destacó que había estado haciendo una oposición en un “contexto complejo”, pero dejó en manos de los militantes la capacidad para decidir sobre el liderazgo de los socialistas andaluces. Lejos de suponer un cierre de filas, supuso un espaldarazo a los dirigentes andaluces que claman por un cambio.
En todo caso, fuentes del PSOE jiennense comentan la posibilidad de que la llegada de Serrano suponga una pista de aterrizaje para que otro dirigente con más peso sea el candidato que se enfrente a Bonilla en 2026. En este contexto, se pone sobre la mesa el recurrente nombre de María Jesús Montero, pero la vicepresidenta acostumbra a rehuir el debate cada vez que su nombre está en la órbita mediática. “No quiere pronunciarse sobre el PSOE andaluz” para que no se malinterpreten sus palabras, dicen desde su entorno.