Yago, el gato que se mudó de casa con su familia y que se ha escapado 13 veces a su barrio anterior

En el barrio de Länggasse, en la ciudad suiza de Berna, Yago es mucho más que un gato. Este felino de cuatro años se ha convertido en un símbolo de fidelidad. Cuando sus dueños decidieron mudarse a Niederwangen, tambiñen en Bern, pero un pueblo a unos seis kilómetros de distancia, Yago dejó claro que no estaba dispuesto a abandonar el lugar que él considera que es su hogar de residencia, según este relato que ha relatado la versión suiza de 20 minutos.

Tras la mudanza, Yago y los otros tres gatos de la familia fueron confinados durante dos semanas en la nueva casa para que así se adaptaran a un nuevo entorno. Mientras sus compañeros felinos aceptaron sin problema el cambio, Yago tenía otros planes. Apenas se le permitió salir al exterior, aprovechó la oportunidad para emprender un viaje de regreso a su antigua residencia, Länggasse.

Los antiguos vecinos de este distrito de unos tres mil habitantes, acostumbrados a ver a Yago deambulando por las calles, lo reconocieron rápidamente y notificaron a sus dueños. La familia acudió a recogerlo y lo llevó de vuelta a Niederwangen, esperando que el tiempo y la distancia fueran suficientes para disuadirlo. Pero Yago no se rindió. A lo largo de los meses, realizó el trayecto de ida y vuelta en trece ocasiones. Como relata el medio, en los meses de verano le permitían vivir en la calle y pasar el día en un café, donde también le daban de comer, y llegó a volver incluso en invierno. En esa época de año, encontró una venta abierta de un sótano y maulló en la escalera hasta que una mujer lo acogió para pasar la noche. La noche siguiente volvió allí.

Para los dueños, la situación se volvió cada vez más complicada. Tras mucho reflexionar, los propietarios de Yago tomaron la difícil decisión de dejar que el gato permaneciera en Länggasse, motivo por el que la mujer que encontró a Yago decidió adoptarlo. “Creo que los dos lo llevan bastante bien”, dijo al medio mencionado anteriormente. “La despedida es emotiva y dolorosa, pero nos tranquiliza saber que ha encontrado un buen lugar”

Los felinos crean un “mapa mental” de su entorno, que generalmente abarca un radio de uno a dos kilómetros desde su hogar. Este mapa se basa en señales visuales, olfativas y auditivas, lo que les permite moverse con precisión en su área habitual. Un estudio de la Universidad Noruega de Ciencias de la Vida mostró que cerca del 80% de los gatos domésticos rara vez se aventuran a más de 50 metros de su casa.

Según Dennis Turner, experto en gatos y conductista animal, señala que, para evitar fugas como las de Yago, es recomendable mudarse a una distancia mayor a cinco kilómetros del antiguo hogar y pedir a los vecinos que no alimenten al animal si regresa. Además, se aconseja crear un entorno enriquecido en el nuevo hogar que ayude al gato a sentirse cómodo y seguro.

¿Y cómo llegó el felino solo a la Länggasse? El experto explicó que Yago “probablemente deambuló hasta que accidentalmente reconoció su área de actividad y supo el camino desde allí. Los gatos tienen un muy buen sentido de la orientación. Una vez que han recorrido una distancia, normalmente pueden recordarla”, explica el experto en gatos.