El suceso ha ocurrido en Goa, cuando un turista checo de 44 años ha sido arrestado y privado de su libertad durante 12 horas por incumplir una ley vigente desde 1933 en la India. La ilegalidad cometida por el hombre fue portar consigo un GPS en su bicicleta para llegar al aeropuerto. Una vez en el aeródromo, el de República Checa fue retenido por las autoridades, que incautaron el instrumento de localización y lo llevaron a al calabozo por su uso. çEste hecho demuestra lo importante que es conocer todo sobre el lugar que se visita. Lo que en el país de origen puede parecer algo común y básico, en otros emplazamientos puede ser visto como algo malo, incluso prohibido. Así, el desconocimiento de la norma por parte del hombre le ha hecho pasar por uno de los episodios más desagradables de sus viajes.
Y aunque esta detención pueda parecer surrealista, en la India esto tiene una explicación que se encuentra legislada en sus leyes. “La computadora estaba equipada con un transmisor satelital incorporado”, narra a AFP Daniel Drake, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores checo. “En la India está prohibido viajar con transmisores o teléfonos satelitales”, añade para dejar ver cuál fue el motivo del arresto de su compatriota. No obstante, no está del todo claro que ese dispositivo pueda ser catalogado dentro de esas características, ya que “generalmente se considera como un receptor”, como explica y publica el medio Lematin.
Tecnología incautada y la ley de 1933
Para poder entender este problema, debemos irnos hasta 1933. Esto se debe a que fue en este año cuando se estableció la Ley de Telegrafía Inalámbrica de la India, que todavía sigue vigente. Esta norma recoge que “ninguna persona podrá poseer ningún aparato de telegrafía inalámbrica excepto con una licencia expedida de conformidad con esta Ley”. Por tanto, el turista checo carecía de ese permiso y portaba, a juicio de las autoridades, ese tipo de tecnología no permitida en el territorio con él.
Dentro de las penas que la legislación india relaciona con el acometimiento de las infracciones respecto a esta regla, se incluyen incluso penas de cárcel, aunque o es la única opción. “Será castigada con pena de prisión de hasta tres años, o con una multa de hasta mil rupias, o ambas”, dicta la norma. No obstante, se llevará a cabo un juicio en el que se determinará el volumen de la sanción a cumplir.
En el caso del hombre de 44 años, la agencia de noticias CTK del país europeo detalla que optó por reconocer los hechos a pesar de no tener todas consigo sobre las consecuencias. Así, se le sentenció como culpable de la ilegalidad y su condena fue ajeno a lo penal, es decir, tan solo tuvo que hacer frente a una multa que ascendió a las 1.000 rupias (apenas 11 euros). Tras ello, el hombre fue puesto en libertad y pudo dejar atrás las fronteras de la India, aunque le fue incautado el GPS, según la información proporcionada por el ministro checo.