Ya está prácticamente aquí el Sorteo Extraordinario de Navidad. Un año más. En esta ocasión, habrá una importante novedad en el Teatro Real, escenario de la tradicional fiesta de emociones y suerte que se celebra el 22 de diciembre. Si todo va bien, las bolas con los número que cantarán los niños de San Ildefonso serán de estreno. El pasado 4 de noviembre, Loterías y Apuestas del Estado inició la licitación de un contrato para adquirir “un juego de bolas completo” para este sorteo.
Loterías quiere comprar 100.000 bolas de madera de boj. El boj es un arbusto o pequeño árbol, originario de Europa, cuya madera, dura y pesada, se emplea en ebanistería para tallas delicadas. El contrato incluye dos partes diferenciadas: por una parte, la fabricación de las bolas; y por otra, la grabación con láser de los 100.000 números que se cantarán en el sorteo.
La empresa pública ha destinado un presupuesto máximo de 412.000 euros para esta compra, pero si quitamos el porcentaje de beneficio industrial que se llevará la empresa adjudicataria y otros gastos generales, el coste unitario de cada bola es de 3,57 euros. No se compraban bolas desde 2017. Entonces el contrato de fabricación, grabación y suministro se lo llevó una firma madrileña. De todas formas, los plazos de la licitación están siendo un poco ajustados.
Loterías y Apuestas del Estado, dependiente del ministerio de Hacienda, quiere unas bolas con unas características muy definidas: su diámetro debe de ser de 18 mm y deben tener un talado transversal y perfectamente centrado en la bola de 4 mm. El peso debe ser de 3 gramos. “Las bolas han de ser perfectamente esféricas y han de estar perfectamente equilibradas y con una terminación adecuada sin defectos de forma o fisuras que afecten a su posterior grabación mediante técnicas laser”, señala el pliego de condiciones técnicas.
Un trabajo de cirujano para grabar los números
Lo más delicado en la producción de las bolas que traerán millones de euros el próximo día 22 es la técnica de laser para grabar los números. La tipografía debe ser ‘AvantGarde-Thin’. La altura del número será de 8 mm y el grosor de la cifra que se marque será de 1 mm. Trabajo de cirujano. La profundidad de grabado será mayor de 1 mm y menor de 2 mm para garantizar la durabilidad del mismo. Se mide incluso la separación entre las cifras del número, no pudiendo ser esta de más de 1,5 mm y de menos de 1 mm. La grabación de los números ha de incluir también el punto que marca el millar.
Esta grabación “ha de realizarse evitando los defectos en la madera (nudos o pequeñas manchas) que afecten a la visibilidad del número”. Por último, “todas las bolas han de estar marcadas en su parte inferior con un cuadrado rodeando y centrado en el orificio interior. Obviamente, las 100.000 bolas serán grabadas con los números correlativos del 0 al 99.999. Por tanto, se van a comprar solo las bolas de los números, no las del otro bombo, del que se extraen los premios.
Loterías había fijado como fecha tope para que los interesados presentaran sus ofertas el pasado 19 de noviembre. Desde entonces, y estamos a 14 de diciembre, no hay más información pública en el perfil del contratante. Lo más llamativo del contrato son las fechas de entrega del material. Está claro que no se van a poder usar para este año, sino para el sorteo de 2025. Se han fijado cinco entregas parciales cada una de 20.000 bolas.
El plazo para cada entrega se establece en 10 semanas. Una vez recibida cada entrega, Loterías dispone de 15 días para verificar que el material entregado está de acuerdo con las especificaciones del pliego. Una vez emitido el certificado de aceptación, el adjudicatario procederá a la producción de la siguiente entrega. El plazo total para la entrega de todas las bolas objeto del contrato no podrá exceder de 60 semanas desde su formalización. Es decir, ya nos vamos a 2025.