Hace apenas unos días, Isak Andic, fundador de Mango y figura clave en la economía española, celebraba junto a los empleados de su empresa el 40 aniversario de la firma. El evento, realizado en el Palau Sant Jordi de Barcelona, también fue una oportunidad para conmemorar los buenos resultados del negocio. Durante la fiesta, Andic saludó personalmente a quienes se acercaron, manteniendo su característico trato cercano. Entre la música de Estopa y el ambiente festivo, pocos imaginaban que sería su última aparición en público.
El empresario, conocido por su bajo perfil y gran discreción, ha muerto este sábado a los 71 años durante una excursión familiar en las montañas de Montserrat, en la zona de Collbató. Su muerte, inesperada y temprana, tomó por sorpresa tanto a su entorno personal como al empresarial, dejando un vacío en la vida de sus familiares, amigos y colegas.
Andic mantenía una vida personal rica en matices. Desde 2018, compartía una relación con Estefanía Knuth, golfista con la que encontró una estabilidad emocional que él mismo decidió comunicar públicamente. El empresario disfrutaba de ciertas pasiones que lo acercaban a la gente. Uno de los ejemplos más emblemáticos fue su velero, el Nirvana Formentera, el barco recreativo privado más grande de España. Apasionado por la navegación, dio la vuelta al mundo dos veces a bordo de su embarcación. Este amor por el mar reflejaba su espíritu aventurero y su capacidad para mantener su vida personal separada del bullicio de los negocios.
El jet privado más grande de España
A lo largo de su vida, Andic destacó también por la pasión con la que disfrutaba de los frutos de su trabajo. Una muestra de ello fue la reciente adquisición de un jet privado, el más grande de España en manos privadas, con capacidad para 15 viajeros. Este avión representaba no solo un símbolo de su éxito, sino también una herramienta para mantener su estilo de vida dinámico y facilitar sus actividades empresariales.
El empresario utilizaba la aeronave tanto para asuntos profesionales como personales. En el ámbito corporativo, lo ponía a disposición de los altos directivos de Mango, quienes lo empleaban en desplazamientos estratégicos alrededor del mundo. Además, solía invitar a clientes VIP y amigos cercanos a compartir experiencias exclusivas, como la asistencia a desfiles de la marca en ciudades icónicas como Estambul.
Para maximizar la utilidad de su jet, Andic planeaba construir un hangar privado en el aeropuerto de El Prat-Josep Tarradellas. Este espacio exclusivo habría permitido gestionar el mantenimiento y la logística del avión de manera más eficiente, consolidando su reputación como una figura emblemática de la industria y como alguien que supo integrar el lujo con su vida profesional.
Causas solidarias y sus hijos
De igual manera, Andic fue conocido por su generosidad y su apoyo a causas altruistas. Colaboraba activamente con diversas organizaciones no gubernamentales, destacando su papel como patrono de la Fundación Elena Barraquer. Esta institución, liderada por la hija del reconocido doctor Joaquín Barraquer, se enfoca en llevar atención oftalmológica a comunidades desfavorecidas en África, y la contribución del fundador de Mango fue clave para su sostenimiento.
Además de su compromiso institucional, Andic solía realizar donaciones de ropa al mercadillo solidario de la fundación en Barcelona, cuyos fondos se destinaban a proyectos humanitarios. Sin embargo, siempre mantuvo su apoyo bajo un estricto halo de confidencialidad, fiel a su carácter reservado. Su solidaridad era un reflejo de sus valores, priorizando el impacto de sus acciones por encima de cualquier reconocimiento público.
El núcleo familiar de Andic fue una parte fundamental de su vida. Con su primera esposa, Neus Raig, tuvo tres hijos: Jonathan, Judith y Sarah, quienes ahora enfrentan un difícil duelo tras su repentina partida. Jonathan, el primogénito, se encuentra planificando su boda para 2025 con Paula Nata, una influencer y empresaria.