Víctor de Aldama se ha situado en el centro del foco político. Y el próximo lunes su nombre aparecerá en todas las aperturas de los periódicos, que es cuando llega su turno de declarar por el caso Koldo, la segunda ya desde que salió de prisión por presunto fraude de 182 millones de euros en el sector de los hidrocarburos. Durante la primera comparecencia acusó tanto al exministro de Transportes, José Luis Ábalos, como al secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, de haber cobrado miles de euros en comisiones. No obstante, su última aparición ha sido en el programa de Íker Jiménez, Horizonte, mediante un vídeo en el que felicitó al polémico presentador por su labor informativa.
“Quiero felicitarte por tu programa, del que soy seguidor fiel”, aseguró el empresario y expresidente del Zamora FC, al que se le acusa de ser el “nexo corruptor” de la trama. Y continuó: “Darte las gracias por tener un espacio donde se dice la verdad, las cosas como son y con libertad de expresión. Donde cada uno puede opinar y se escuchan todas las voces”. Todo ello en un momento en el que la credibilidad del periodista se ha visto mermada tras su cobertura de la DANA en la Comunidad Valenciana: tanto por difundir el bulo de los cuerpos en el parking de Bonaire como por uno de sus reporteros que fue pillado manchándose de barro.
De hecho, el propio Aldama hizo referencia a la catástrofe ambiental, pero solo para criticar la gestión del Gobierno de España (cabe destacar que la responsabilidad estaba en manos del Ejecutivo autonómico dirigido por Carlos Mazón), y también habló de la erupción del volcán de La Palma del que ya hace tres años que dejó a numerosas personas sin hogar. “Parece ser que este Gobierno no está por la labor de arreglar nada, porque promete y no hace”, destacó.
Su vídeo se resume en halagos a Iker Jiménez. “Lo importante es que hay alguien que dice las cosas de formas fehacientes y diciendo la verdad”, dijo también Aldama, que además explicó que la grabación era en exclusiva para Horizonte y que no estaba ofreciendo entrevistas a ningún otro programa.“No son necesarias, ya que la prioridad la tiene la Justicia y en este caso, la Fiscalía y el Magistrado, en esta situación”, apuntó.
“No son necesarias (las entrevistas) ya que la prioridad la tiene la Justicia”
Sobre Ábalos, no habló especialmente, sino que se limitó a decir que su turno de hablar ante el juez será el próximo lunes. “Se van a poder desmontar un poco más las mentiras de ese señor, que, al final, se atribuyen a este Gobierno”, añadió. Este jueves, el exministro negó ante el magistrado del Tribunal Supremo que haya cobrado mordidas de Aldama y de la denominada trama Koldo. “No hubo comisiones”, sostuvo ante los periodistas al término de su declaración como investigado.
Ábalos se comprometió a entregar al magistrado Leopoldo Puente diversa documentación que pruebe la versión que ha dado durante su interrogatorio, en el que también ha negado que firmase con Aldama un contrato de compraventa de un piso de 1,9 millones de euros ubicado en el Paseo de la Castellana de Madrid, así como supuestas comisiones por la adjudicación de grandes obras en una decena de autopistas en favor del conseguidor de la trama Koldo.
Qué dijo Aldama en su primera declaración
En su primera declaración ante el juez Ismael Moreno, el empresario y expresidente del Zamora CF afirmó —de momento sin presentar pruebas— que pagó a varios altos cargos del gobierno socialista de Sánchez a cambio de “favores” en su papel de conseguidor en la trama de comisionistas en la compra de mascarillas al inicio de la pandemia. En la declaración, aseguró que pagó un total de 650.000 euros a Ábalos, 300.000 a Koldo García, 25.000 a Carlos Moreno, el jefe de gabinete de la ministra de Hacienda María Jesús Montero, y 15.000 a Santos Cerdán, según fuentes presentes en la declaración.
El investigado también dijo que el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática y expresidente del Gobierno canario, Ángel Víctor Torres, le pidió 50.000 euros a través de Koldo, pero que el presunto comisionista se negó: “Yo no soy el Banco de España y os estáis pasando”, dijo, supuestamente. Además, también aseguró que le había facilitado un piso en la madrileña calle de Atocha para “encuentros de diferente naturaleza”, pero terminó reculando.